Allan Andino

Los honorarios que reciben las estrellas de Hollywood y los artistas musicales, están cargadas de ceros a la derecha, pero a como ganan, gastan millonarias sumas en todo tipo de compras.

Para citar algunos caprichitos iniciemos con la pareja Beckham (Victoria y David), quienes tienen los mayores despilfarros en la historia de Gran Bretaña.

En la pasada Navidad la pareja decidió pagarle 1.800 euros ($2.340) a una persona para que abriera los regalos de la familia.

Sin movernos de la isla, Madonna de 49 años soltó $12 millones para adueñarse de una casa que colinda con la suya en Londres, y así construir su gimnasio.

De esta forma se evita caminar los 20 metros que la separan del gimnasio al que asistía, según indicó el tabloide The Daily Mail.

El amor por Hello Kitty le costó caro a la cantante Britney Spears, quien tiene un collar del simpático felino valorado en $50 mil.

El sociólogo José Carlos Chinchilla, de la Universidad Nacional, explicó que estas extravagancias son sinónimo de imagen, proyección y publicidad para ellos mismos.

“Vivimos en una sociedad de consumo. Estos casos son parte de su ‘marketing’. Entre más alto y menos común sea su compra, mayor atención van a tener tanto del público como de la prensa”, afirmó.

“En el fondo es una especie de promoción, le da status, lo diferencia del resto de la gente y de los mismos artistas. Para nosotros los mortales nos parece un lujo, para ellos, significa proyección”, señaló.

Siguiendo con la lista el cantante y productor P. Diddy, amante de los clubes nocturnos, pagó $10 millones en Atlanta para que cerraran la entrada al público y se lo dejaran sólo para él y sus amigos.

Shakira es una que exige viajar en helicóptero por aire, y en Mercedez Benz por tierra a los países donde se presenta. Luis Miguel no se podía quedar atrás. Aunque sus estadías en los hoteles solo le salen en $18 mil a la semana, lo llamativo es que pide un deshumidificador para la suite y una botella de oxígeno para llevar en el carro.

Protectora

Paulina Rubio no pide para ella, sino para sus perros. Viajan junto a la azteca en jet privado, les tiene “catering” y les acondiciona un lugar para que no extrañen su casa.