Chile/AFP y La Nación Argentina.- El milagro va camino de ser consumado. Los 33 mineros atrapados en el fondo de la mina San José, a 700 metros de profundidad, están en perfectas condiciones y desde el lunes comenzaron a recibir mensajes de sus familiares.

Se calcula que han bajado unos siete kilos en promedio y se sabe que tienen problemas con la exposición a la luz y también por la falta de ventilación.

Desodorante, cepillos y pasta de dientes, gotas para los ojos y comida fue el primer pedido del grupo, en una conversación por citófono con el ministro de Minería, Laurence Golborne, que duró cerca de una hora. También pidieron cerveza, pero se les negó. Junto con un sonoro grito de “¡Viva Chile!”, los trabajadores saludaron a las autoridades en el anhelado contacto con el exterior, que llegó después de 18 días de encierro.

Según el diario “La Tercera” de Chile, “los mineros ingirieron su primera comida: sopa concentrada con sabor a chocolate y frambuesa. Les enviaron una lata de 400 cc para cada uno, la cual tuvieron que beber lentamente, apenas 100 cc cada seis horas. Todo, acompañado por sorbos de bebida rehidratante”.

Ayer fueron informados de que su rescate durará largo tiempo e incluso fue evocada la fecha de Navidad para culminar la operación, dijo este miércoles el ministro de Salud chileno, Jaime Mañalich.

El ministro señaló que es esperable que tras la euforia inicial por el contacto logrado el domingo pasado, decaiga el ánimo del grupo de mineros atrapados a 700 metros de profundidad.

Les envían agua y comida

Cada 30 minutos, un tubo de metal lleno de agua embotellada y alimentos empaquetados desciende a través de un ducto hasta 700 metros de profundidad para abastecer a los 33 mineros que milagrosamente conservan su vida.

Mediante una cuerda que cuelga de una polea es introducido hasta las profundidades.