Miguel Calderón Suárez y Alfonso Quesada, corresponsal GN
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Osa.- Dos sujetos llegaron hasta la vivienda de Isidro Fernández, de 84 años, se identificaron como funcionarios del Ministerio de Salud y le dijeron que ellos tenían información que en ese sector se estaba dando un brote de dengue hemorrágico.

Ambos agregaron que tenían el permiso para revisar la propiedad. Isidro no se opuso.

Con cámara en mano, uno de los hombres ingresó a la casa mientras su compañero entretenía al hombre y a su esposa fuera de la casa.

En sólo cinco minutos, el supuesto empleado de Salud que se encontraba dentro de la vivienda, salió y avisó a su compañero que tenían que irse pronto.

Fernández, sin sospechar alguna anomalía, entró en su casa y observó algunos objetos removidos de sus lugares. “Corrí a buscar ¢500 mil que guardaba en un sobre y no los encontré”.

Entonces sospechó que lo habían engañado. “Fui a buscar debajo del colchón en donde guardaba unos ¢7 millones y me llevé la sorpresa de que ya no estaban”.