Patricia Recio G.
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Mientras en San José muchos se abrigaban con gorros y bufandas, el miércoles en las playas del Pacífico Central el ambiente era como de otro país.
El calor, el sol y la belleza de las costas atrajeron a cientos de turistas que cambiaron el abrigo por el traje de baño.
En playa Dominical, Margarita Sánchez disfrutaba con toda su familia de la primera parada de un largo pero buen recorrido.
“Escogimos esta zona para conocer estas playas porque siempre nos vamos para el lado de Guanacaste, aquí es más económico y están las playas igual de bonitas y aseadas” dijo la herediana quien contó que visitarían al menos tres playas más ubicadas en el trayecto entre Dominical y Jacó en la Costanera Sur.
El mismo recorrido realizamos ese día en busca de más vacacionistas por las playas Dominical, Matapalo, Manuel Antonio, Palo Seco, Jacó y Herradura.
La siguiente parada fue en Matapalo, en donde aunque había menos visitantes el ambiente era igual de cálido.
En ese lugar la familia Ramírez Pérez de Paraíso de Cartago, conformada por 12 integrantes, aprovechó una cabaña que según contó Elbe Ramírez les prestó un familiar para disfrutar de una semana entera de vacaciones.
“Nos vinimos todos, tíos, sobrinos y primos; trajimos la comida y como nos prestaron la cabaña no hemos gastado mucho” aseguró Ramírez.
En donde si había mayor cantidad de turistas fue en Manuel Antonio, ahí como en otras playas visitadas un par de salvavidas cuidaba a los bañistas.
“Hemos tenido unos 23 rescates desde el 1.° de diciembre a la fecha, la mayoría de veces estos se dan por irresponsabilidad porque la gente no pregunta y se mete sin saber donde hay corrientes” advirtió Allan Zeledón, uno de los guardavidas. Para visitar este lugar hay buses desde Quepos.
A pocos minutos de ahí se encuentra Palo Seco, popular por su fuerte oleaje y por ser escenario de competencias de surf.
Ahí la visitación era escasa, pero varias señales advierten de la fuerza y peligrosidad de las olas que se generan en el lugar.
En una de las playas favoritas por quienes escogen esa zona para vacacionar, las fuertes olas invitaban a expertos y no tanto a subirse sobre una tabla.
Se trata de Jacó en donde incluso si usted no sabe surfear le enseñan: la escuela del ex campeón nacional de surf Gustavo Castillo le garantiza que si en una clase no logra pararse en la tabla, la lección que cuesta $30 para los nacionales se la dan gratis.
Hospedarse en esta zona del país le puede salir más económico que en Guanacaste. Por ejemplo, en Dominical las cabinas Sundancer cobran ¢34 mil para cuatro personas y en Jacó las Solamarena están en ¢35 mil.
¿Qué hacer en una corriente?
Trate de mantenerse calmado para ahorrar energía.
No intente luchar contra la corriente.
Nade perpendicularmente a la corriente y en dirección paralela a la playa.
Cuando haya salido de la corriente nade en dirección a la playa.
Si no puede hacer lo anterior, manténgase a flote o chapelee en el agua, pues la fuerza de la corriente baja mar adentro, cuando la corriente ceda nade hacia la playa.
Si no puede alcanzar la playa, llame la atención: agite sus brazos y grite pidiendo ayuda.
Para evitar ser víctima de las corrientes no nade solo y consulte con salvavidas sobre corrientes existentes al momento de entrar al mar.
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