Isaac Lobo
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Su experiencia como animador de “El Chinamo” fue muy similar a la que experimentó cuando movió el esqueleto en “Bailando por un Sueño”: primero empezó muy tieso y luego se fue aflojando hasta sacarle el aplauso a la gente.

El cierre del 2009 fue su prueba final y el 2010 se perfila como su consolidación en canal 7.

Según la crítica, con su participación hizo olvidar a Edgar Silva y puso la fiesta por las nubes.

¿Usted es el nuevo Edgar Silva?

No, para nada. A veces es mezquino pensar que alguien viene a desplazar a otro, cada uno tiene su desempeño y su estilo. No vine a suplantar a nadie, estoy en un puesto similar, pero con un estilo diferente.

¿En qué se diferencian?

Soy más pausado, menos volátil, tengo un estilo más mesurado. No soy tan dinámico y extrovertido como “El Flaco” y tengo facilidad de amoldarme al momento.

¿Qué debe mejorar?

Todo. Uno en la vida siempre debe mejorar, pero pienso que debo desarrollar aún el manejo de cámaras y encontrar el momento justo para tener una mejor dinámica con el público. Se aprende a caminar caminando.

¿Cómo maneja el no ser “monedita de oro”?

Por lo que la gente me dice en la calle. Muchos me felicitan y me he encontrado blogs donde me critican. Como me dijo “Porcionzón” una vez a su mejor estilo: “Hay gente a la que le cae mal Dios, no le vas a caer mal vos”.

¿Qué “pachos” tuvo?

En “El Chinamo” uno tenía que aprovechar los cortes comerciales para ir al baño, en una ocasión que estaba orinando me dijeron que estaba al aire...me desarmé todo. También se me acercó una muchacha y me dijo: “Mi mamá se lo quería ligar a usted, pero ya viéndolo, mejor lo hago yo”. Era casi tan bonita como mi esposa.

¿Le salen enamoradas?

Siempre que alguien está detrás de un micrófono es muy probable que las adeptas sean mayores. No hay que creérsela.

¿Cómo asimiló el trabajar mientras otros estaban de vacaciones?

Todo en la vida tiene un precio, pero luego hay que pagarlo con creces. Hay que guardar el balance, porque quien prefiere el trabajo, todo lo perderá.

¿Pasó la prueba de fuego?

Sí, pero quiero más, aunque el 2009 fue un buen año para mí. Logré cosas en la radio y he sabido establecer en mi vida la autocrítica.