Angie López Arias
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Empujones, gritos de padres molestos y mucho desorden, marcaron el inicio temporal de clases de los alumnos de la escuela Buenaventura Corrales, en aulas de la Perú.

Desde este lunes y hasta que concluyan las obras de restauración del antiguo Edificio Metálico, los casi 1.100 estudiantes recibirán lecciones en las aulas de la escuela Unificada República del Perú-Vitalia Madrigal.

A las 12:55 p.m. el portón principal no estaba abierto en su totalidad, el ingreso de los pequeños a la institución fue brusco y se desconocían las aulas asignadas.

“Están tratando a los niños como si fueran animales. Debieron haber hecho filas, abrir el portón y dejar que los adultos entraran con los pequeños”, dijo Yendry Bolaños, madre de una estudiante de cuarto grado.

Otros como Evelyn Zumbado están molestos porque las aulas de esa escuela son insuficientes para los casi 1.100 estudiantes de la Metálica, lo que obliga a reducir las lecciones a la semana.

Y es que los diferentes niveles deben turnarse para recibir las clases.

Por ejemplo, ayer comenzaron los niños de primero, segundo, tercero y cuarto grado y hoy lo harán los quintos, sextos, terceros y primeros.

“Son 39 secciones y aquí sólo hay 27 aulas. Por eso debemos turnar los niveles. Tenemos planes remediales para recuperar el tiempo”, indicó la directora de la Buenaventura Corrales, Lilian Vargas.

La educadora agregó que a inicios de abril concluirán las reparaciones al Edificio Metálico que incluyen cambio de piso, baños e instalación eléctrica, colocación de un ascensor y reforzamiento en las columnas.

Vargas recalcó que el cambio de centro educativo era necesario mientras las obras se realizan.