Edgar Fonseca
efonseca@aldia.co.cr

Muy loable la actitud de diálogo de la Presidenta Electa con las fuerzas opositoras.

Pero ande mucho ojo al Cristo…

No vaya a ser que se enrede en esos mecates.

Y no deje que la enreden en sus mecates esos “reyes” de la politiquería, de la demagogia y el obstruccionismo.

A esos y a todo el país, el electorado mandó un mensaje contundente en las urnas.

Le pasó factura, con creces, a aquellos grupos y “líderes” que han hecho de una oposición delirante su religión.

A otros, para bien de todos, los sepultó.

El electorado no tragó cuentos.

Su voto fue sensato, visionario.

Esta sociedad desea avanzar en su transformación.

Anhela su modernización.

Su plena integración a un orbe globalizado.

Profundizar en este modelo de desarrollo es el gran reto de la presente y de las futuras administraciones.

¿O es que alguien desea que el país retorne al estancamiento y a la parálisis en el accionar gubernamental que le postraron hasta el 2006?

¿A las mesas de concertación, de unanimidad y de consensos, cuando no de chantajes, instancias todas, monumentos de fracasos?

No creemos que doña Laura ni su administración deseen revivir, ni por asomo, esa pesadilla.

Punto final-En los muelles de Limón se juega, en estas horas, esta voluntad de los ticos de querer ver a un país libre del chantaje y de las piñatas y privilegios sindicales.