Neyssa Calvo Achoy
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La emoción del momento, la poca claridad y el deseo de ganar influyeron para que Orlando Antonio Morales dejara escapar de sus manos el martes ¢15 millones en el programa “Quién Quiere Ser Millonario”, de canal 7.

Con tan sólo 20 años se convirtió en el único participante en dos temporadas del concurso en acariciar la posibilidad de llevarse el gran premio: ¢25 millones.

Morales llegó a la última pregunta con ¢15 millones bajo el brazo, pero al no responder bien se retiró con 12 menos. Pese a tener la opción de retirarse.

¿Está arrepentido?

No pude dormir pensando en todo lo que había perdido. No me arrepiento, pero ya en frío creo que debí retirarme.

¿Por qué no lo hizo?

Bueno, llega un momento en que te metes tanto en el juego que no piensas con claridad.

¿Qué piensa de la frase “Todo buchón muere pelón”?

(Se ríe). Nunca pensé en la plata. Fue todo muy rápido y me dejé llevar por el deseo de ganar. Por eso lo hice.

¿Cuál fue la reacción de la gente al terminar el concurso?

Mis amigos y familiares me dijeron que lo hice bien. En realidad, la gente me felicita porque nadie ha llegado a la última pregunta.

¿Qué dijeron sus papás?

Apoyan mi decisión. Muchas veces hablé con mi papá que de haber dudas lo mejor era retirarse, pero hay que estar ahí.

Al final, ¿qué lo hizo jugarse el chance?

El tener frente a mí sólo dos opciones y saber que al acertar ganaría el juego. Solo seguí mi intuición...pero fallé.

¿Siente que Ignacio Santos lo ayudó o no ?

Uno aprende a leerlo, pero en la última pregunta estaba muy serio, no se movía. Él me dijo después que tenía la ilusión de darme la tarjeta con el gran premio.

¿Qué haría con ¢25 millones?

Viajar y ahorrar para seguir mi carrera en la Universidad de Costa Rica. Por ahora estudio Comunicación Colectiva.

Tiene en las manos ¢3 millones. ¿En qué los gastará?

Quiero pensarlo bien, pero no descarto conocer Europa y comprarme un celular (se ríe).

¿Cuál es la lección de vida?

Creo que la enseñanza es: siempre vale la pena arriesgarse.