Juan Diego Villarreal
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En la memoria de los aficionados al fútbol son imágenes imborrables, para siempre.

Momentos que la magia de la televisión y la fotografía inmortalizaron para crear ídolos que persisten en el tiempo.

El primer grito de gol en el Mundial de Uruguay 1930, cuando el francés Lucien Laurent anotó ante México (4-1), e inició una historia que está lejos de acabar o concluir. Por el contrario, en Sudáfrica 2010 es la continuación del evento deportivo más importantes del planeta.

Figuras como el portero español, Ricardo “Divino” Zamora, el ariete galo Just Fontaine y sus 13 anotaciones en la Copa del Mundo de Suecia 1958, o bien el “nacimiento” de un joven brasileño, Edson Arantes Do Nacimiento, que más tarde sería Pelé.

Tampoco se pueden dejar de lado aquellos instantes que se desearían olvidar por siempre.

Como el duelo en Chile 62, entre los anfitriones chilenos e Italia, en uno de los partidos más duros de la historia de los Mundiales y quedó en el recuerdo como “La batalla de Santiago”.

Chile derrotó por dos goles a cero a Italia, con las anotaciones de Jaime Ramírez y Jorge Toro. Aunque lo que más llamó la atención fueron las agresiones, patadas y golpes durante el partido, por ambos equipos.

Un balón golpea en el travesaño y rebota en el suelo, pero, ¿atravesó la línea de gol?

Con esa duda dejó el tanto del inglés Geoff Hurst, que dio a luz al primer gol fantasma en la final del Mundial de 1966.

Independientemente de si fue un tanto reglamentario o no, Hurst hizo las delicias de sus compatriotas con un mítico “hat-trick”, en la final ante la República Federal de Alemania (RFA), derrotada por 4-2 tras llegar hasta los tiempos extra.

Estas y muchas imágenes persisten para los amantes del fútbol, que cada cuatro años pueden darse el lujo, al menos en los tiempos modernos, de sentarse al frente de sus televisores y seguir a sus selecciones favoritas y revivirlas una y otra vez.

Por cierto, ¿cuál es su imagen favorita?