Diana Vega, colaboradora
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Con una actitud inquebrantable e invencible, Leonel Solís dará una lección de vida el domingo en la Copa Duatlón 2010.

Por nueve años, Leo sobresalió como ciclista en la categoría Máster B, hasta que el 8 de enero del 2009 un accidente cambiaría su forma de vida. Leo perdió sus dos antebrazos.

“Era soldador, mientras estaba trabajando en una segunda planta recibió una descarga eléctrica al tocar con una pieza de metal (perling) un cable de alta tensión, sufrienco una descarga eléctrica”, contó José Daniel Sánchez, amigo cercano.

Con el accidente las posibilidades de seguir en el ciclismo se esfumaban. En una cama de cuidados intensivos del Hospital Calderón Guardia, Leo pedía una segunda oportunidad.

“Quiero volver a competir”.

Sus súplicas fueron escuchadas y días después se le adaptaba una nueva bicicleta para el campeón nacional maratón en Master B, y de Endurance.

Mientras se recuperaba por completo, conformaba el Hincao running. Leo hizo atletismo los últimos meses del año, para que no perder su condición física y recobró la confianza.

Hoy a un año del accidente, su deseo se hizo realidad. Leonel volvió a montar la bicicleta para ir en busca de un nuevo premio.