Freddy Parrales, corresponsal GN
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Golfito.- Los tres pescadores que fueron rescatados el pasado martes por una fragata norteamericana en la zona sur, aseguran que se salvaron gracias al hollín de la chimenea de la embarcación Capitán Eduardo.

“Salimos de Puntarenas con la fe puesta en Dios de recoger algunos peces que nos servirían para llevar el sustento a nuestras familias. Todo iba bien, pero la desgracia llegó el domingo cuando se nos dañó el motor”, contó Lino Vargas Soto, capitán de la embarcación Capitán Eduardo.

“Desgraciadamente, la máquina no pudo caminar más y quedamos a la deriva. Luchamos para corregir el desperfecto, pero no se pudo. Hubo mal tiempo y la comida escaseaba. Ya pensábamos lo peor, pues habían pasado dos días en alta mar y sólo observábamos agua y más agua”, dijo Vargas de 43 años.

¿Por qué el hollín?

“Con el hollín de las cenizas escribimos las letras SOS en el techo de la lancha. Eso fue lo que nos salvó”, agregó Vargas, vecino de Puntarenas centro.

Los hombres fueron rescatados por una fragata norteamericana que fue avisada por una avioneta, que observó la señal de ayuda, contó Luis Orellana, de 43 años.

Para Héctor Argüello, la experiencia fue muy dura, ya que era la primera vez que iba de pesca.

“Cuando se nos dañó el motor pensaba cosas malas como que nos íbamos a morir, por momentos lloraba y mis compañeros me consolaban”, recordó.