Yensy Aguilar y agencias
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Brasilia / EFE y AFP.- La presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff, tendrá que mostrar mucha habilidad para llenar el vacío que deja Luiz Inácio Lula da Silva y manejar el pujante protagonismo internacional, la complicada gobernabilidad interna y los enormes desafíos económicos y sociales de la que se ha convertido en la octava economía del mundo.
Lula le deja a su sucesora una situación que es el sueño dorado de cualquier presidente que llega al poder: amplia mayoría en el Parlamento, una expansión del PIB que superará 7 por ciento en el 2010 y una población satisfecha con las mejoras del nivel de vida de los últimos ocho años, cuando 29 millones de brasileños salieron de la pobreza.
Pero el presidente también le deja a su delfina, los gigantescos desafíos y fragilidades económicas y sociales de un país de 190 millones de habitantes donde el analfabetismo ronda el 10 por ciento y la falta de saneamiento afecta a la mitad de la población.
Los déficits de infraestructura son otro gran reto para un país que en el 2014 acogerá la Copa del Mundo, en el 2016 las Olimpiadas, y que quiere convertirse en un gran exportador petrolero explotando gigantescos yacimientos descubiertos a miles de kilómetros bajo el mar.
Rousseff, que defiende la política fiscal responsable, pero también onerosas empresas públicas, necesitará de multimillonarias inversiones para hacer frente a esos retos, pero contará con un crecimiento económico más modesto que el de este año.
¿Quién es?
La presidenta electa de Brasil nació el 14 de diciembre de 1947, en Belo Horizonte, capital de Minas Gerais.
En su juventud, integró el movimiento de resistencia contra la Dictadura Brasileña de los años 60, actuando primero en la organización de izquierda Política Operaria y posteriormente, en uno de los más importantes grupos guerrilleros de la época, “Vanguardia Armada Revolucionaria Palmares”.
A fines de los años 70, se casó con Carlos Franklin Paixão de Araujo, uno de los integrantes del movimiento guerrillero, con quien tuvo su única hija y se estableció en Rio Grande do Sul.
En 1977, se graduó en la Escuela de Ciencias Económicas de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul.
Durante el gobierno de Alceu Collares, en Rio Grande do Sul, entre 1991 y 1995, fue nombrada Secretaria de Energía.
En enero del 2003, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva nombró a Rousseff Ministra de Energía, cargo que ocupó durante hasta el 21 de junio del 2005, día en que fue nombrada Jefa del Estado Mayor de Brasil (un cargo equivalente a jefa de Gabinete).
El 26 de abril del 2009 anunció que tres semanas antes se le había detectado cáncer linfático y que tuvo que someterse a un tratamiento de quimioterapia.
Añadió que ya se le había extirpado un tumor, y que, dado el tamaño y la situación, tiene un alto porcentaje de curación.
En la actualidad, es presidenta del consejo de directores de la empresa estatal petrolera brasileña Petrobras.
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