El miércoles anterior, la presidenta Laura Chinchilla, condenó la “grave violación” a la soberanía de Costa Rica perpetrada desde el domingo por soldados de Nicaragua en el sector de isla Calero, zona del río San Juan, cercana a Barra del Colorado, Limón.

La presidenta Chinchilla dijo que los soldados nicaragüenses permanecen en suelo nacional. “Ahí instalaron campamentos militares, izaron la bandera nicaragüense, destruyeron bosque de un área protegida y vertieron sedimentos con considerable daño ambiental”, señaló.

“Es una grave violación a nuestra soberanía”, advirtió Chinchilla, horas después de que el presidente Daniel Ortega sostuvo, en Managua, que no hay tal incursión y que los soldados permanecerán en donde están.

“Debemos estar unidos cuando la agresión y la provocación nos ponen a prueba”, dijo Chinchilla en cadena de televisión y catalogó esas acciones como violaciones a la soberanía.

Para resolver este conflicto, el canciller de la República, René Castro, participó en Washington en una reunión especial del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) y el presidente de ese organismo, José Miguel Insulza llegó al país el viernes anterior, para analizar la situación.