Sofía Quesada Chavarría
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La diferencia es clara entre los dos. Mientras Óscar el “Machillo” Ramírez pelea solo por un objetivo, el técnico morado, Roy Myers, ha peleado en dos frentes.

Según el técnico Julio César Bustos, el timonel rojinegro no se vio en la necesidad de rotar al equipo a lo largo del Torneo de Invierno. “Además Óscar se encontró un equipo que el argentino Marcelo Herrera había iniciado; lo ajustó e impuso su estilo”.

Mientras tanto, en la acera del frente Myers se enfrentaba a otros desafíos, conservar el título del campeonato nacional y hacer un buen papel en la Concachampions, torneo en el que están clasificados a los cuartos de final.

“Para este torneo el equipo tenía que renovarse y nunca tuvo una alineación estable”, dijo Bustos del trabajo de Myers.

“Hizo una mezcla entre jóvenes y experimentados que no le ha dado resultados; pero rescato que no dudó en arriesgarse y darle la oportunidad a algunos jóvenes”.

Además, al “Maravilloso” se le fueron piezas claves en el presente certamen que lo ayudaron a conseguir el último título.

Dejando las razones de lado, la diferencia en los resultados entre ambos es abismal. La Liga le saca al cuadro tibaseño 21 puntos.

Los morados no han sido fuertes ni en su casa ni de visita. Es el peor equipo jugando como visitante, sin ningún triunfo, y en la “Cueva” ganó cuatro encuentros, perdió tres y empató uno. Además tiene un pobre rendimiento de 33.33%. ¿La Liga? 80%.

Para Myers, el de Invierno ha sido un torneo para el olvido, pero no se puede dejar de lado que en su segundo certamen corto hizo campeón al “Monstruo”. Aún con los excelentes números, el “Machillo” tiene esa tarea pendiente.