Mario Guevara Ramírez, colaborador
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Heredia. - David Amador iba a trabajar ayer en su sembradío de frijoles y de camino divisó el cuerpo de un persona que yacía en el fondo del cañón del río Virilla, a 15 metros de profundidad.

El lugar se ubica entre La Carpio y San Antonio de Belén, debajo del puente ferroviario que comunica ambas comunidades.

Al parecer, la víctima es un hombre de unos 35 años, de tez morena y estaba desnudo.

Amador comentó que había salido a las 7 a.m. desde su casa y caminaba desde La Carpio hacia los alrededores del río cuando observó un bulto en el centro del cauce donde estaban parados varios zopilotes. Al tirar unas piedras las aves echaron a volar dejando al descubierto el cuerpo.

Álvaro Álvarez, de la Policía Municipal de Belén, informó que el cadáver se observa desde lo alto del puente y debieron custodiar la escena ante la presencia de curiosos, “sobre todo por el riesgo de que alguien cayera del puente”, comentó el oficial.

Rescate complicado

La Cruz Roja debió hacer uso de equipo de cuerdas y personal para sacar el cuerpo del río y luego subirlo por la ladera para así llevarlo a un lugar seguro.

Ena Quesada, paramédica, dijo que el cuerpo presentaba las extremidades quebradas, la cabeza metida dentro del agua, por lo que en un principio se creyó que estaba decapitado. Al acercarse, confirmaron que los restos estaban enteros. “Es posible que el cuerpo haya sido arrastrado por la corriente y que luego quedara allí, pero esa versión sería confirmada por las autoridades judiciales más adelante”, aseguró.

Oficiales del OIJ, de la Fuerza Pública y voluntarios de la Cruz Roja, tuvieron dificultades para proceder al levantamiento del cuerpo debido a que el caudal del río empezó a crecer.

Macabro

David Amador, testigo.

Estoy muy impactado, uno no espera encontrarse semejante cosa cuando va a trabajar”.

Álvaro Álvarez , policía.

Nos reportaron del hallazgo a las 7 a.m. por una llamada telefónica. El cuerpo está entero a lo que logramos ver”.

Ena Quesada, cruzrojista.

El rescate fue difícil, sobre todo con las amenazas de lluvia que podían causar una desgracia en el río”.