Luego de más de 10 años de vivir en calle Lajas, la familia de Armando Solís está viva de milagro. El día de la tragedia, según contó su hermano Javier, estaban todos dormidos.
Recuerda que Armando descansaba junto a su madre, una niña y dos hermanas.
“La noche del miércoles, vi que el río estaba demasiado fuerte y por eso llamé a mi hermana, estaba asustada, pero me dijo que se iban a quedar en calle Lajas esperando que pasara la tormenta. Sin embargo, horas más tarde, las inclemencias del tiempo los dejaron encerrados en su casa y con posibilidades mínimas de sobrevivir a la cabeza de agua. Pero un milagro hizo que la avalancha, que en su trayecto pasaba por la casa de los Solís, se desviara y solo afectara parcialmente la vivienda. Esos minutos fueron claves. Armando logró abrir la puerta de su casa y en medio del barro, árboles y postes de luz que venían como “un avión”, pudo escabullirse entre un matorral y salvar a su familia.
Durante la madrugada se refugió donde un vecino quien les dio posada. Su hogar quedó devastado. Ellos ahora permanecen en uno de los albergues en Escazú. Mientras ayer, varios de sus familiares sacaban algunos electrodomésticos que quedaron aplastados por el deslave.
© 2010. Periódico Al Día. El contenido de aldia.cr no puede ser reproducido, transmitido ni distribuido total o parcialmente sin la autorización previa y por escrito del Periódico Al Día. Si usted necesita mayor información o brindar recomendaciones, escriba a webmaster@aldia.co.cr.