“Creo que si entregaran medallas por andar de fiesta, las tendría todas”, confesó el hombre más rápido del mundo Usain Bolt en su libro autobiográfico “9,58 Being The World’s Fastest Man” (9,58 Siendo el hombre más rápido del mundo).

“Cuando me mudé a Kingston, en Jamaica, las fiestas empezaban a la una de la mañana y terminaban como a las cinco. Cuando eres joven disfrutas la vida y no te preocupa lo demás”, contó el ganador de tres medallas de oro en Beijing 2008.

“Cuando vivía con mis padres, si rompía las reglas era castigado. Pero en Kingston, podía hacer lo que quisiera, era libre”, añadió.

Bolt aseguró que ahora ya dejó esa vida tan alocada, pero que no se arrepiente de nada. Ahora prefiere quedarse en su casa jugando dominó con sus amigos.