Domingo 7 de agosto de 2011, San José, Costa Rica

Modelo

Leonora Jiménez

Rodolfo Rodríguez

rodolfo. rodriguez@aldia.co.cr

De Leonora Jiménez conocemos sus dotes femeninos, sus triunfos profesionales en las pasarelas, concursos de belleza, calendarios, participaciones televisivas, entre otros, pero VIP se dio la tarea de ir con ella a su pasado.

Esta hermosa rubia reveló sus recuerdos de niñez, que indudablemente la marcaron de por vida y que a la postre, la hicieron ser una persona que muchos no conocen.

“Mi profesión y las cosas materiales que tengo son lo que menos me define”, señaló la modelo quien actualmente reside en el Viejo Continente.

La sencillez que la caracteriza es lo que la modelo resalta que muchas personas no conocen de ella, despegada de las cosas materiales, Leonora prefiere disfrutar más de un estado emocional de tranquilidad y seguridad, que de lujos materiales.

Su padre, un fiel trabajador de la tierra, con quien rezaba todas las noches y el que la llevaba a la escuela en su camión viejo y sucio. Sus verduras significaron los primeros ingresos de la joven cuando acompañada de una prima salían a venderlas por el barrio.

Luego vendía artículos usados de su casa puerta por puerta y aquí nace una de sus mayores travesuras. “Una vez vendí unos aretes carísimos de perlas negras de mi mamá por ¢20, por supuesto que casi me matan”, recordó.

La enseñanza de vida fue muy grande, el saber qué significa sentirse disminuida por la burla de la gente, que la veía con zapatos rotos, la hizo aprender a dignificar el trabajo, por eso su empeño en crecer en su profesión, jamás sintiéndose superior a nadie.

De 100 corrido, en su infancia disfrutaba explorar las montañas de Santa Ana, además de jugar “stop”, su recuerdo más grato fue la memorable Copa Mundial Italia 90, donde su familia logró reunirse por completo y además descubrió el amor por el fútbol; sí, era la típica chiquilla que andaba raspones y moretes en sus piernas por las mejengas.

Más adelante, en su juventud le gustaba leer, practicar karate, bailar y ver fútbol. Su primera historia de amor la tuvo a los 15 años, ahí se dio su primer y romántico beso.

El destino intervino

Llegó al modelaje de una manera muy accidentada, llena de complejos por su delgadez y altura. Su mamá a regañadientes la obligó a participar en un concurso del que salió ganadora y a partir de ahí todo se confabuló para colocarla en el sitio que ocupa hoy, como un ícono de la moda costarricense.

Tener la solvencia económica para ayudar a su familia fue su principal motor, que con sus revoluciones llevó a esta amante del metal a descubrir tierras europeas.

“Creo que empecé a ser coqueta después de Miss Costa Rica, aunque no lo soy mucho, aún ahora me aburre ir al salón de belleza y hacerme las uñas, me parece una pérdida de tiempo, tampoco disfruto ir mucho de compras”, anotó.

De vez en cuando sus padres le jalan el aire, su mayor temor es verse irreconocible algún día en el espejo. “Mi consigna de vida ha sido ser fiel a mí misma, lo último que hago en el día es introspección, estudio mi día, lo que hice bien y lo que hice mal”, señaló Jiménez.

Su labor altruista es indispensable. Con respecto a los hijos, la modelo dice que es algo que no ha llegado a valorar por el momento. Además, reveló que su mesa de noche es un desorden, en el dice tener cosas inimaginables.

Entre sus sueños, a Leonora le habría gustado cantar, ahora se enfoca a desarrollarse en su faceta empresarial, además de querer encontrar un proyecto televisivo en el cual dedicarse de lleno y así poder quedarse permanentemente en el país.

Pero, ¿cómo complacerla? La respuesta por más exigente que pueda pensar es más bien ser auténtico, algo no muy difícil de conseguir y “si a eso se le suma una buena dosis de lealtad, no se necesita nada más para complacerme”, citó.

En los pocos ratos de ocio, una buena película y si se puede ir al cine, son de sus preferencias, claro, además de ver fútbol, aunque sea un partido de la segunda división de Noruega, comentó la fiebre, a quien vimos junto al equipo deportivo de Teletica en el pasado Mundial Sudáfrica 2010.

Son muchos los sueños por convertir en realidad que tiene entre manos la esbelta rubia, quien de seguro seguirá dando de qué hablar.