París/EFE.- La policía internacional Interpol puntualizó hoy que la orden de búsqueda del francés Jean-Claude Mas, fundador de la empresa fabricante de las prótesis mamarias PIP, no se refiere a esos implantes, sino por haber conducido ebrio en Costa Rica.
En una nota en su página web, esa red policial señala que la búsqueda de Mas “es totalmente ajena” a la empresa Prothese Implante de Poli (PIP), responsable de unos implantes mamarios que se sospecha que “presentan un riesgo potencial para la salud de cientos de miles de mujeres en todo el mundo”.
La organización aseguró ayer, viernes, que había emitido una “alerta roja” para buscar a Mas, de 72 años, coincidiendo con las sospechas emitidas por los servicios sanitarios de varios países sobre los riesgos de esos implantes.
Sin embargo, Interpol indicó hoy que buscan al empresario francés a petición de las autoridades costarricenses por haber conducido bajo los efectos del alcohol en junio del 2010, un delito por el que puede ser condenado hasta a tres años de prisión.
La organización policial indicó que la alerta roja estaba en su página web desde junio pasado, pero que “sólo ha sido objeto de un gran interés internacional a raíz de la polémica levantada por los implantes” de su empresa.
Interpol agregó que la alerta roja contra Mas es una de las miles que emite a petición de sus miembros para alertar a los otros países de las órdenes de captura que pesan sobre personas.
Numerosos medios de comunicación relacionaron la orden de detención de Mas con las prótesis PIP, llamados así por el nombre de la empresa fundada en 1991 en la Costa Azul francesa, que llegó a ser el cuarto fabricante mundial de implantes mamarios.
En marzo de 2010, las autoridades francesas retiraron ese gel de silicona del mercado y pidieron a las 30.000 mujeres operadas con él en Francia que se hiciesen una revisión médica, y ayer dieron un paso más y recomendaron que se retiraran las prótesis.
El Ejecutivo tomó esa decisión ya que algunas contienen silicona industrial de uso no médico, que incrementa el riesgo de que su funda se rompa, y porque las autoridades sanitarias sospechan que han causado la muerte de al menos una mujer.
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