Mauricio Astorga, actor
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Se celebró esta semana el día de los Santos Reyes y aquí, en México, es una tradición tan importante como la Navidad.

Una de las costumbres más sabrosas de esta celebración es la partida de la “Rosca de Reyes”, que se hace en familia, con amigos o compañeros de trabajo.

La rosca es un pan dulce en forma de corona, adornada con frutas escarchadas de colores, que semejan las joyas de una corona y que por lo general se come acompañada de chocolate caliente.

Una de sus características es que en el interior se esconde una figurita de un Niño Jesús hecha de porcelana o plástico. Esto representa el día en que Jesús tuvo que ser escondido y protegido del Rey Herodes.

Originalmente quien encontraba esta figurita dentro del pedazo que le tocaba, tenía la obligación de llevar a la iglesia al “Niño Dios” del nacimiento de la casa en donde se partió la rosca para ser bendecido el día de la Candelaria.

En algunos lugares se acostumbra guardar en la rosca un anillo y un dedal, lo que significaba que quien encuentre el anillo tendrá boda próximamente y quien encuentre el dedal se quedará soltera un año.

Ahora quien encuentra este “Niño” invita a todos a comer tamales y atole el día de la Candelaria. ¡Por dicha yo me salvé este año!

Hay personas que cuando les sale el Niño se lo tragan para quitarse el compromiso de la tradición.