Julio Segura, corresponsal GN y Rodolfo Martín
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El montador, se levantó, dio unos cinco pasos, se agarró el pecho y cayó inconsciente ante la mirada de asombro y terror de los presentes, en especial de sus hijos Alonso, Hender y Fred.
Minutos antes Álvaro Calvo Collado, el legendario “Zanate”, había soportado el ataque del “Panza Blanca”, el último toro de la noche, el animal que el montador asignado no quiso jugar.
“Papá salió agarrado al pretal, con las manos hacia el frente y las espuelas de picos bien pegadas. En los dos primeros brincos perdió el pretal y aunque el toro lo hacía como un muñeco pudo aguantarle seis brincos”, recordó ayer Hender.
En ese instante, al perder el equilibrio, el toro, saltaba por todo lo alto sobre sus patas delanteras, detalló el muchacho.
Al caer, el animal pisoteó al querido “Zanate” en el tórax con su pata derecha trasera. Quiso caminar, pero se desvaneció.
Calvo, además padre de una niña, murió minutos más tarde en la clínica de Cañas.
Él se había retirado hace muchos años de la monta, pero el año pasado volvió y montó sin consecuencias. El jueves pasado volvió a las fiestas de Bebedero de Cañas y aunque el toro lo golpeó no sufrió mayores daños. El viernes halló la muerte al sustituir al que no quiso montar al “Panza Blanca”.
La víctima
Álvaro Calvo
Edad: 41 años
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