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Domingo 17 de julio de 2011, San José, Costa Rica

Estudio reveló consecuencias de consumir muchas papitas

La culpa es de las papas

Vanguardia.com. - Las papas fritas son el enemigo público número uno del peso ideal, según una investigación de la Escuela de Salud Pública de Harvard (EE.UU.) que ha analizado porqué las personas adultas sanas tienden a ganar peso poco a poco con los años.

Junto a las papas fritas, también contribuyen al aumento lento y progresivo de peso el consumo habitual de refrescos azucarados, de carnes rojas y procesadas y de cereales refinados.

En conjunto, estos resultados sugieren que el aumento de peso no se debe sólo a la cantidad de calorías que hay en las papas y otros alimentos, sino sobre todo a la calidad de los carbohidratos que contienen.

“Los almidones y los carbohidratos refinados tienen efectos similares a los azúcares en el organismo”, explicó Dariush Mozaffarian, primer autor del estudio. “Son absorbidos rápidamente, provocan picos de glucosa e insulina en la sangre y no inducen las señales de saciedad de manera tan eficaz como otros alimentos. Por todo ello, incitan a comer más en la siguiente comida”, anotó.

La principal recomendación de los investigadores es mejorar la calidad de los carbohidratos de la dieta. No se trata de evitar los mismos, que deben aportar el 55% de la energía de la dieta. Pero sí de incrementar el consumo de cereales integrales y moderar el consumo de azúcares, almidones (abundantes en patatas) y cereales refinados. Los estudios anteriores que han analizado la relación entre dieta y peso, se habían centrado en personas con sobrepeso u obesidad. Pero no en las causas del aumento de peso a largo plazo en personas que inicialmente tienen peso normal.

Los resultados, presentados en junio en la revista The New England Journal of Medicine, confirman que los participantes en el estudio han ganado una media de 380 gramos al año.

Consejos

El consumo asiduo de papas fritas provoca un aumento medio de peso de 380 gramos anuales.

Lo que más ayuda a mantener un peso estable es la práctica de actividad física.

Las personas que duermen menos de seis horas diarias ganan un 31% más de peso al año que las personas que duermen entre seis y ocho horas.