Con solo ver a las personas que llegaron ayer a hacer fila desde temprano, para ver a Marc Anthony y Alejandro Fernández, se comprobó que son fanáticos de verdad, porque el día estaba como para quedarse en la cama, metido entre las cobijas.
Los más valientes soportaron las inclemencias de la estación lluviosa y los vendedores de capas sonreían porque para ellos si se cumple el refrán de “Al mal tiempo, buena cara”.
Lo curioso es que más de una dama llegó en tacones y en minifalda, retando al agua y a los resfríos que de fijo hoy tienen.