Isaac Lobo
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Hasta el momento ningún concursante de “Minuto para ganar” se había llevado tanto dinero para su casa, como lo hizo anoche Gonzalo Thomas.

El chef de 28 años y vecino de Paraíso de Cartago, superó ocho pruebas y obtuvo ¢6.250.000, en uno de los episodios más emocionantes de esta producción de Teletica.

“Hasta ese entonces solo un muchacho había logrado ganar ¢2 millones”, manifestó Mario Nájera, productor del espacio.

Thomas cuenta que lo obtenido le servirá para irse de paseo a España y que el resto lo invertirá en un negocio propio que tiene de “catering service”.

“Me da lástima que haya perdido en el juego que para mí era mucho más fácil que los anteriores”, comentó Thomas.

Él se refiere a la prueba número ocho, en la que debía meter dos gomitas en un cucharón de sopa.

“Hasta ese momento había llegado con todas las vidas. Perdí dos en ese y no me quise arriesgar a seguir, porque de haber perdido en el noveno me habría llevado solo ¢3 millones”, recordó.

El huevo

Para Thomas la prueba más difícil fue la que tuvo que hacer con un huevo.

“Me dieron una tabla redonda y en cada extremo había tres papeles con goma. Haciendo equilibrio debía pegar los papeles al huevo sin que estos se cayeran, para mi sorpresa lo hice en el primer intento”, recordó.

Para Thomas fue tan sorprendente esta proeza que se llevó el huevo de recuerdo y lo guarda con mucho cariño en su casa.

“Era la prueba de los ¢3 millones y hasta ese momento no me había percatado del público, de los camarógrafos ni de Mauricio Astorga. Estaba muy concentrado, hasta que caí en cuenta de lo que había logrado, en eso me desconcentré y fue mi gran error”, manifestó.

Agrega que los otros juegos los hizo bien, pero ya estaba nervioso. “Yo se que pude haber llegado más lejos”, considera.

Cuenta que a él le ayudó el ejercicio que hace en el gimnasio y las “mejengueadas” que se pega de vez en cuando.

Entre los juegos que superó estuvieron el rebotar dos bolas de baloncesto, una con cada mano durante un minuto; tuvo que pasar unos jabones con dos palos de un recipiente a otro, además de jugar ping pong con un sartén y llevar una bomba inflada de una canasta a otra, con todo menos con las manos.