Culpa, miedo, inseguridad y hasta cansancio podrían ser los motivos que inducen a más de un padre de familia a no poner límites al comportamiento de sus hijos en dentro y fuera del hogar.
Según los expertos es una situación frecuente entre los ticos que tienen a cargo la crianza y cuido de sus niños.
“La mayoría de las familias desean delegar a otros la crianza, ya que padecen de estrés y miedo a la hora de criar a sus hijos. Desean disciplina vía ‘express’ sin procesar con calma y año a año la educación”, indicó la psicóloga María Ester Flores.
Añadió que los padres deben ser firmes en sus decisiones, pero sin humillar al niño y siendo muy respetuoso. Por ejemplo, tocando su puerta antes de entrar, no leyendo su correspondencia y no escuchar sus conversaciones.
La psicopedagoga Annette Loynaz-Aspersi, recomendó que las reglas se impongan con consenso familiar y teniendo claro cuáles son las sanciones al incumplir lo impuesto. Eso sí, nunca hay que decirle al niño que sus actos tienen una consecuencia y al final no cumplir con ella.
“No los premie por obedecer pero resalte su buena conducta”.
¿Qué hacer?
Atractivo
Los premios deben ser pequeños, pero que valoren como ir a comer o jugar.
Claridad
No sea ambiguo con las ordenes y no sienta culpa por sancionar.
Respeto
Los berrinches deben ser tratados de inmediato quitando privilegios.