El comediante mexicano Omar Chaparro quiere salir a comer como cualquier mortal, y preferiblemente que no sea un lugar lujoso o “pipi”, “fresa”, como popularmente decimos.
Esa fue una de las curiosidades que presenta la visita del azteca, quien tomará este 13 de noviembre el auditorio Kingdom Takers en La Uruca para su “show”, fijado a las 6 p.m.
Su llegada al país está prevista una vez finalice la grabación de su programa “Sabadazo”.
“Viene la noche del sábado 12 procedente del Distrito Federal en vuelo comercial. Lo acompañan 16 personas de su ‘staff’, entre ellos tres bailarines, ocho músicos, su ingeniero de luces y sonido y su asistente de vestuario. No viene con familiares”, argumentó Randall Jiménez, productor general de Bigshowss de Centroamérica.
Jiménez comentó que el humorista le pidió que por favor, lo llevaran a cenar a un restaurante que no sea muy selectivo, sin medidas de seguridad porque quería sentirse uno más.
“Me recalcó que no le gustan los ambientes fresas ni plásticos, donde la gente va a aparentar, que quería comer en un sitio tranquilo y si se le acercan a pedir mil autógrafos, mil veces firmará”, expresó el productor.
Sobre camerinos no solicitó nada exquisito: quesos, carnes frías, agua, gaseosas e hidratantes para sus músicos.
El “show” de Chaparro viene completo y dura unas dos horas y dependiendo de la respuesta del público se puede extender.
Los boletos tienen un costo en Diamante de ¢27 mil, preferencial ¢22 mil y general ¢17 mil, con los impuestos incluidos.