Aunque hay muchos que prefieren ver para creer, a otros tantos les ha tocado ver sin haberlo pedido. Las leyendas sobre lugares con presencias paranormales, almas en pena y como dicen popularmente “embrujados” son muchas.
Películas de culto hay muchas, pero que sobrevivan con el tiempo y el adjetivo de “malditas”, son pocas. Las mismas muertes, accidentes o posesiones que se escenifican en pantalla, suceden luego en la vida real.
Muchas fueron quemadas o ejecutadas por una sociedad que les temía, al ser capaces de hacer cosas inexplicables en su época. Creer en la brujería es común en muchas culturas desde la remota antigüedad, pero algunas de ellas han quedado en la retina del mundo entero y así convertirse en las más conocidas de la historia.
La celebración de la fiesta de Halloween tiene su origen hace 3 mil años en la cultura celta. Ellos festejan el final del año el 31 de octubre. Se dice que esa noche los muertos volvían para apoderarse del alma de los vivos.
Basta con escuchar el popular “farafarachín” de la cimarrona, para que se nos salga ese costarriqueñismo que llevamos dentro y de inmediato nos ponemos a “chirotear” con la Giganta y compañía.
El miedo siempre está con ellos, pero lo disfrutan, cada uno tiene su profesión aparte, pero la investigación y estudio de actividad paranormal es su pasión.
Vlad Draculea fue el personaje en el que el escritor Bram Stoker se basó para dar vida al vampiro más temido de todos los tiempos: El Conde Drácula, sin embargo si los pusieran juntos, éste último se vería hasta inofensivo ante la maldad sin límites del príncipe de Valaquia (una región rumana).
Muchos consideran que los han visto, otros sólo aducen que son seres mitológicos, pero estos tres seres legendarios se han dado la tarea de aterrorizar con sus relatos.