Freddie Mercury fue tan amado por el público como criticado duramente por la prensa. A pocos días de que se cumplan 20 años de su fallecimiento, nadie puede negar el legado que dejó él junto a su grupo Queen, con himnos del rock and roll como lo son “We will rock you”, “We are the champions” o “Bohemian rhapsody”.
Poco se sabe de los últimos días antes del desdichado 24 de noviembre de 1991 cuando dejó este mundo.
Su padecimiento fue celosamente mantenido en secreto durante años.
Solamente algunos de sus amigos más cercanos, sus amistades y su novio Jim Huttom, estuvieron con la estrella de Queen en estos momentos tan difíciles.
Según elblogdequeen.com severos dolores aquejaban día tras día al cantante.
“Su novio comentaría que la última vez que Mercury estuvo consiente fue el viernes 21 de noviembre de 1991”, aseguró el sitio.
Detalló que su amante, quien era jardinero y peluquero, lo cuido hasta su último suspiro.
Pocos días antes Freddie envió una carta a la prensa internacional donde anunciaba oficialmente que estaba enfermo de SIDA. Lo hizo así porque no quería que la prensa sensacionalista británica tuviera la exclusiva.
“Fue una especie de venganza después de que los tabloides especularan durante meses sobre su condición”, añadió el sitio.
Sucede que la relación entre los medios informativos y Mercury no fue muy buena, un ejemplo fue cuando sacaron el bombazo de “Bohemian rhapsody” una canción de seis minutos que, contra todo pronóstico de los expertos, triunfó en las radios.
“Para entonces (año 1976), las canciones directas, crudas y concisas del punk chocaban totalmente con el estilo elaborado y grandilocuente de Mercury, que fue destrozado por la prensa británica”, publicó el sitio ADN.es
Las embestidas del punk y de la prensa musical no impidieron que Queen arrasara en las listas británicas.
Muy delicado
En la madrugada del domingo 24 de noviembre, Mercury despertó a su pareja para que le llevara algo de fruta. Este le preparó rebanadas de mango y un vaso con jugo para combatir la deshidratación crónica que sufría.
“Unos minutos después de las 3 de la mañana, Freddie despertó a golpes a Hutton. Abría la boca desesperado, señalando su garganta y su rostro reflejaba pánico.
Su acompañante no sabía qué hacer. Pasaron más de 30 minutos, hasta que llegó otro asistente de Freddie, llamado Joe.
Ambos trataron de calmarlo, hasta que Joe revisó la garganta y encontró que se le había atorado un pedazo de mango, pero Mercury estaba tan débil que no podía tragarlo ni escupirlo”, publicó Memömega Mercury.
Llamaron al médico Gordon Atkinson, quien le recetó una inyección de morfina, aunque era alérgico a ella. Elton John fue a visitarlo unos momentos. Poco después llegaría otro de sus grandes amigos, Dave Clark, del grupo Dave Clark. Freddie estaba peor que nunca. No respondía a ningún estimulo externo.
“Clark le tomó la mano para que acariciara a Delilah, la gata inmortalizada en la canción del mismo nombre del disco ‘Innuendo’. Poco después una de las grandes leyendas del rock mundial había muerto.
No quiso tratamiento
Mercury ocultó su padecimiento y se ha sugerido que podría haber recibido ayuda si hubiera hablado sinceramente sobre su condición y su lucha contra la enfermedad desde un principio.
Según su pareja, Hutton, a Mercury le diagnosticaron Sida en abril de 1987. Por aquella época, Mercury dijo en una entrevista no padecer esta enfermedad. Pese a estas negaciones, cita el portal Wikipedia, la prensa británica alimentó rumores sobre esta posible enfermedad debido a la apariencia de Mercury y a que Queen no realizaba giras ni conciertos.
Según algunas de las noticias más recientes referentes a su muerte, el diario británico “Daily Mail” consultó a médicos que dicen quienes aseguraron que si Mercury hubiera aguantado otro año hoy seguramente estaría vivo, gracias a los avances científicos. “Metía las medicinas en su mansión con total secretismo, para que nadie sospechara”, según un reportaje de la BBC.
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