La mandataria Laura Chinchilla firmó ayer el decreto que establece el apagón de la televisión análoga para el 15 de diciembre del 2017.
La idea es que la población tenga tiempo suficiente para comprar los dispositivos necesarios para recibir la nueva señal.
“La televisión digital no sólo significa la evolución de un sistema hacia otro más moderno, sino también es la puerta para ingresar a nuevas oportunidades de negocios”, manifestó la viceministra de Telecomunicaciones, Hannia Vega.
Una mejor calidad de imagen y sonido, mayor cobertura en zonas alejadas y mayor variedad de canales son las principales ventajas de la televisión digital.
Además, los usuarios recibirán la señal en celulares o computadoras y podrán cambiar el idioma de los subtítulos de películas.
La transición no afectará a los hogares que contratan servicio de cable, pues las empresas proveedoras pueden utilizar el formato de su preferencia.
Sin mayores costos
El sistema digital es abierto, por lo que no representa un costo adicional para la ciudadanía.
Sin embargo, algunas personas deberán adquirir una caja convertidora para poder utilizar sus televisores actuales. El precio de estos aparatos oscila entre $20 y $200.
Los convertidores se pueden conectar a cualquier televisor, ya sea analógico o digital, cuando tengan un estándar diferente al japonés-brasileño (el seleccionado por Costa Rica).
El Gobierno pretende crear una política de solidaridad digital para garantizar el acceso a familias de escasos recursos.
Las personas que recientemente compraron televisores LCD o plasma también tendrán que adquirir el convertidor, pues en este momento ninguna marca lo trae incorporado.
Samsung prevé ser la primera empresa en importar televisores que descodifiquen la señal japonesa-brasileña.
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