Aguas Zarcas. - Tensión, nerviosismo y suspenso reinaba ayer en el caserío Los Lotes de San José de Aguas Zarcas, luego de que el sábado anterior el Juzgado Penal de San Carlos ordenó la liberación de un pastor de apellido Calero, de 40 años, quien fue investigado por la muerte de una integrante de su congregación.
Por un lado, la familia de Irene Campos Zúñiga, de 45 años, exige que se haga justicia, mientras que un grupo de seguidores de Calero –que prefirió el anonimato – se mostró satisfecho y seguro de la inocencia de éste.
Sonia Benavides, cuñada política de Campos, comentó ayer que se sienten indignados y molestos por el recibimiento que le dieron a Calero la tarde del sábado.
“El sábado y domingo estuvo en el culto de 6 p.m. a 8 p.m. Nunca ese lugar había estado tan lleno. Adornaron la iglesia, hubo bombetas y hasta cartas de bienvenida”, afirmó molesta Benavides.
Agregó que entre Calero y su hermana existía una relación que ya llevaba varios meses.
En la casa de Calero indicaron que este no se encontraba.
Carmelina Carranza, hermana de la fallecida, afirmó que “perdonaba, sea quien fuera, a la persona que mató a su hermana”.
Recordó que cierta vez ella le comentó que deseaba subirse al púlpito y decirle a todo el mundo lo de la relación. “Que todo el mundo sepa”.
Debido al crimen, tanto el esposo como los hijos de la víctima decidieron irse del pueblo.