Liberia. -Saber que un tribunal penal condenó el viernes a un tractorista municipal a seis meses de prisión, por el homicidio culposo en perjuicio de su hijo no le devuelve la paz y la tranquilidad a Doris Mondragón.
Tampoco el hecho de que la municipalidad local deba pagarle cerca de ¢29 millones por daños y perjuicios por el deceso de su hijo Anthony Josué Vásquez Mondragón, de 10 años, quien fue sepultado por dos cargamentos de basura en el vertedero municipal.
El tribunal, presidido por el juez José Ángel Salazar, achacó negligencia y falta de cuidado por parte del conductor de la maquinaria.
El juez aseguró que pesaron mucho los testimonios dados por personas que estaban en el sitio al momento del accidente, en especial el de una menor de edad.
Según relataron los testigos, una vez que el tractorista de apellido Briceño descargó la primer palada de basura, ésta sepultó hasta la cintura al niño, por lo que le dijeron que se detuviera.
Sin embargo, este no se detuvo y lanzó una segunda descarga de basura que lo sepultó totalmente.
“Briceño no paró sino hasta que una persona le golpeó la maquinaria con un machete para llamarle la atención sobre lo que estaba ocurriendo”, concluyó la abogada Rita Vargas Duarte.
En su humilde vivienda, en el barrio Martina Bustos, Mondragón aseguró que aún no logra conciliar el sueño y que no quiere dinero ni nada, sólo a su hijo.
“Es un dolor de madre que no se irá nunca”, dijo muy consternada Mondragón.