Santa Cruz.- A la misma hora en que empezaron a salir los rayos del sol, los devotos al Santo Cristo de Esquipulas fueron hasta la casa de Vicente Guevara, en Hato Viejo, para dar inicio a la peregrinación del “Negrito”, la mañana del sábado.
Su primera parada fue a las 6 a. m, en la ermita de Hato Viejo, en donde tuvo lugar la santa eucaristía. Más de cien personas hicieron allí fila para cargar al “Negrito” durante la tradicional caminata de cinco kilómetros.
Bajo un fuerte sol, más de un peregrino se descalzó para saldar promesas. En el trayecto de cuatro horas se realizaron ocho paradas. No faltó la chicha, elaborada con maíz pujagua.
La fiesta en honor al santo había comenzado. A eso de las 6 de la tarde, los fiesteros abarrotaron el Parque Bernabela, Santa Cruz donde a ritmo de marimba bailaron estilo “sobaqueado”.
Esta procesión tiene más de 200 años de celebrarse en honor al santo patrono.
