Pese a las reiteradas negativas del Gobierno de hacer un ajuste salarial mayor a los ¢5.000 para el sector público, aún no se vislumbra una huelga indefinida.
La presidenta de la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE), Beatriz Ferreto, desmintió que existiera una pretensión de ir a las calles si no se lograba un nuevo ajuste tras la reunión que sostuvieron los sindicatos con la mandataria Laura Chinchilla, el lunes pasado.
“La Asamblea de Presidentes de Base de la APSE el viernes pasado acordó que vamos a huelga indefinida en el momento en que se presente el proyecto de Ley del Empleo Público, si cercena derechos de los trabajadores”, aseguró la dirigente.
No obstante, admitió que la solicitud de incrementos salariales constituye una “lucha paralela”.
El lunes, el Gobierno se comprometió a paralizar, de forma temporal, el trámite de dicho proyecto para que la Comisión Nacional de Salarios del Sector Público revise el texto.
Este órgano tendrá tres meses para generar un consenso sobre el proyecto. De lo contrario, el Ejecutivo lo remitirá tal cual a trámite legislativo.
Los sindicatos tienen por seguro que se descartará la modalidad de salario único (sin pluses salariales). Ferreto calificó este acuerdo como “un gran triunfo”.
Incierta alza en sueldos
Los sindicalistas solicitaron, el lunes, un ajuste salarial retroactivo en el segundo semestre para subsanar la diferencia entre el 1,9 por ciento de inflación y los ¢5.000 de incremento otorgado.
Sin embargo, la carta de compromisos apunta que “el Gobierno considerará en su análisis los efectos que se hayan podido generar durante la fijación salarial del primer semestre y siempre en el contexto de la situación financiera del sector público”.
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