No cabe la menor duda. El salsero más consentido del país es Gilberto Santa Rosa.
La noche del sábado en el estadio Ricardo Saprissa, “El Caballero de la Salsa” dio la estocada final, luego de las actuaciones de Olga Tañón primero y Luis Enrique.
El nicaragüense hizo lo propio con 14 temas pero al ser la mayoría de su nuevo disco “Soy y seré”, el público desconocía las letras por lo que muchos aguardaron sentados. Fue hasta la última “Yo no sé mañana”, que mejoró.
Con 30 largos minutos de espera y la orquesta en tarima, a las 11:35 p.m. Gilbertito levantó a su amada fanaticada de sus sillas al son de la salsa rápida “Déjate querer”.
“Un montón de estrellas” y la viejita “Sin voluntad” le siguieron en su repertorio, para saludar a la audiencia.
“Pura vida como dicen ustedes, que bueno es llegar a este bendito país y compartir con dos amigos y talentosos artistas del género. ‘El Príncipe’ Luis Enrique, me prestó esta bufanda porque como verán estoy un poco enfermo, afónico, y bueno Olga que es familia mía ya (es su hermanastra)”, expresó el artista de 50 años.
La balada romántica, y a la que Santa Rosa confesó que fue parte de varias novelas que por cierto no vio ninguna de ellas, continuó al entonar “Mentira”. Los bailadores de acero se tiraron a pista con “Conciencia”, “Que manera de quererte” y “Conteo regresivo”, pero si lo que querían era acelerar sus pasos les llegó con “Amor mío no te vayas”. Después de hora y media en escena, al filo de la 1 a.m. “La agarro bajando” culminó su presentación.
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