La sexualidad está presente a lo largo de la vida y va mejorando conforme van pasando los años.
Según los expertos existen comportamientos sexuales en todas las edades en la infancia, la adolescencia, la edad adulta y al llegar la vejez.
“Cada edad es diferente y se vive de forma distinta, pero en todas ellas es importante”, destacó Erick Quesada, psicólogo.
Añadió que los niños, por ejemplo tienen necesidades biológicas y afectivas pues necesitan tocar, abrazar, acariciar, mirar y observar sus gestos para un buen desarrollo de su personalidad a futuro.
De pequeños suelen ser curiosidad por todas las cosas que tienen cerca, entre ellas las partes de su cuerpo.
“Empezará a tocarse para conocerse y les producirá placer. Además, empezarán a hacer preguntas sobre sus genitales y se le deberá responder con toda naturalidad”, destacó la psicóloga Patricia Odio.
Según el sitio terra.com desde que se nace tanto hombres como mujeres experimentan sensaciones sexuales, pero en los primeros años de vida se reduce a descubrir los genitales.
Anotó que entre los 17 y 19 años se produce la madurez sexual biológica y entre los 20 y 30 años se desarrolla la práctica con distintas parejas sexuales.
Y entre los 31 y 40 años esa práctica se perfecciona. “Ya no hay prisa, se suele contar con una pareja estable y la confianza lleva a plantear incluso llevar a cabo ciertas fantasías sexuales”, señala el sitio web.
Eso sí, dejando en claro que esa serenidad se puede ver entorpecida con la llegada de los hijos que volverán a revolucionar el panorama sexual.
Desde los 40 años en adelante se va perdiendo la vitalidad que se tenía en la juventud y se logran otros aspectos vitales para una relación exitosa, destacó Odio.
“ Es un momento donde se conoce el cuerpo a plenitud, hay más confianza y la intimidad es más intensa aunque podría disminuir el deseo por la pereza sexual que sufren algunos ante el distanciamiento por la llegada de los hijos”, añadió Odio.
Y cuando se llega a la tercera edad si se conservan en buen estado de salud no hay motivo para que desaparezca el interés y las prácticas sexuales.
El secreto es abrir la mente, conocer su cuerpo, los gustos de su pareja y acoplarse a las diferentes etapas de la vida en busca siempre de un buen sexo.