Poco a poco los billetes azules de ¢5.000 y ¢10.000 de la vieja familia salen de circulación. El Banco Central ya recibió para guardar en bodegas y posteriormente destruir millones de esas fórmulas.
Aunque en los próximos 86 días tendrán valor como medio de pago, a partir del 1.° de enero del 2013, solo los recibirán en los bancos estatales.
De los 12,6 millones de billetes de ¢5.000, el banco recogió casi seis millones. En el caso de los de ¢10.000, habían 33,9 millones de fórmulas en la calle y quedan 11 millones en el mercado.
Informes de esa entidad con base en cambios anteriores de papel moneda dejan ver que existe un remanente que nunca regresa al banco. Obedece a que quedan en manos de coleccionistas. Otros salen del país o se deterioran.
El año entrante el banco procederá a convertirlos en confeti, de modo que solo quedarán en circulación los seis que constituyen la nueva familia.
Siguen las falsificaciones
A pocas semanas de que los nuevos billetes de ¢5.000 y ¢10.000 salieron a la calle, comenzaron a circular los falsos.
En Santa Cruz, Guanacaste, la Fuerza Pública detuvo el mes pasado a dos sujetos que luego quedaron con medidas cautelares.
A ellos les decomisaron 75 billetes falsos por un monto de ¢727 mil. Eran 18 billetes de ¢20 mil, 28 de ¢10 mil, 12 de ¢5 mil, diez billetes de ¢2 mil y siete de ¢1.000.
Días después, cayó en Desamparados un sujeto de apellido Pérez, como sospechoso de falsificar billetes en una cuartería que usaba como laboratorio en “Tierra Dominicana”, San José.
Pérez, de 55 años, reincidente en este tipo de delitos, portaba ¢600 mil en billetes falsos.
Actualmente descuenta tres meses de prisión preventiva.