Tras meses de peleas y disputas legales el presentador de “Combate”, Federico “Kiko” Robles y su exesposa, Melissa Romero, llegaron ayer a un sano acuerdo y hasta terminaron abrazados.
Desde las 8 a.m. la expareja se reunió en el despacho de la abogada de Robles, Eugenia Quesada, en busca de una conciliación que finalizó pasadas las 10 a.m. con el otorgamiento de la patria potestad del hijo de ambos a Melissa.
Romero por su parte, se retractó públicamente ante varios medios que fueron convocados por Robles en el lugar.
“’Kiko’ siempre ha sido un papá responsable, siempre ha sido un excelente papá, pero uno dice cosas feas cuando habla con el hígado”, aseguró Romero, ante la consulta de si eran mentiras las acusaciones que días atrás había hecho contra su exmarido.
Por su parte, Robles dejó claro que la pelea llegó a su fin y no tomará ningún tipo de acción.
“Yo a Melissa las primeras palabras que le dije hoy son: ‘te perdono, te libero y ‘ te bendigo’”, dijo.
Según explicaron ambos el pequeño se reencontraría desde ayer con su mamá, a la cual tenía más de dos meses de no ver y de ahora en adelante tendrá visitas regulares de su papá. Pasarán tiempo juntos, pero no fijaron cuántos días al mes.
“Separarme de él no es fácil, pero es momento de que ella lo disfrute un buen rato. Él sabe que papá estará ahí siempre, todos los días”, dijo.
Sobre el tema de los ¢350 mil de pensión que un juzgado había determinado hace dos semanas que Romero debía pagarle al presentador, este último aseguró que su intención no era molestarla si no crear un proceso para que fuera la justicia la que dijera el modo en que se debían hacer las cosas y que nunca llegó a poner la orden de apremio en contra de su “ex” por no pagar dicho monto.
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