Sucesos
Miércoles 17 de octubre de 2012, Costa Rica

Tragedia la mañana de ayer en bocana del río Damas, en Aguirre

Niños murieron ahogados por viajar sin chalecos salvavidas

Nicolás Aguilar R. y Mario Guevara, corresponsal GN

naguilar@nacion.com

Aguirre.-Dos niños de tres y cuatro años y una niña de ocho, quienes viajaban sin chalecos salvavidas, murieron ahogados a las 6:20 a.m. de ayer cuando la lancha en la que viajaban volcó tras ser golpeada por el fuerte oleaje en la desembocadura del río Damas, en Aguirre de Puntarenas.

El mortal accidente se registró en un sitio calificado como “traicionero y peligroso” por pescadores y lugareños debido al brusco cambio de las corrientes.

Hace tres años perdieron la vida en ese lugar dos miembros del Servicio Nacional de Guardacostas de Seguridad Pública.

El director de dicho cuerpo de vigilancia marítima, comisionado Martín Arias, confirmó ayer que los ocho pasajeros de la embarcación, entre ellos cuatro menores, carecían de chalecos como ordena la legislación vigente.

“La historia hubiera sido muy distinta para todos, eso es lamentable”, afirmó el funcionario.

Las víctimas fueron identificadas como Silvia Jiménez Murillo de ocho años, Dilan Jiménez Murillo de tres y Carlos Duarte Jiménez de cuatro.

Vecinos de San Carlos

“Una familia de nacionalidad nicaragüense salió de paseo al sector de Isla Damas. Ya iban de salida. La embarcación aparentemente tuvo un problema mecánico en el lugar que le llamamos la bocana de Damas. Al apagarse el motor, la lancha es succionada hacia el mar hasta que la vuelca”, explicó ayer Óscar Rodríguez, director de Guardacostas en Quepos.

Una panga que llegó en auxilio de la primera también fue volcada por el fuerte oleaje, pero su dueño, Luis Duarte, se aferró al casco de la nave para no morir ahogado. “Les dije que se agarraran de la lancha para salvarse”, afirmó.

Guardacostas salvó a Kaori Duarte Jiménez, de un año, Arelis Jiménez Murillo, de 25 (madre de Carlos), Ana Jiménez Murillo, de 31 (madre de Silvia y de Dilan). También a Tamara Duarte Sandoval de 26, así como a Luis Pérez, dueño de la lancha volcada.

Duarte dijo que el motor sufrió un desperfecto y quedaron a la deriva. “La corriente nos llevó hasta donde rompen las olas y nos volcamos”, contó el sobreviviente.

Pérez, el capitán, fue detenido y puesto a la orden del Ministerio Público donde analizarían si sería acusado penalmente por la tragedia.

Las familias afectadas son vecinas de un pueblo no precisado del cantón de San Carlos, Alajuela. Andaban de paseo aprovechando el fin de semana “largo”.

El sitio del accidente es peligroso porque allí se unen varias corrientes, tanto marinas como del río Damas, dijo Rodríguez.

Víctimas de una común imprudencia

La lancha hubiera igualmente volcado por las fuertes corrientes, pero de cumplirse las normas de seguridad establecidas por la Ley, además del susto, no habría muertes que lamentar. La noticia de un accidente acuático sin víctimas, ya estaría olvidado.

Tres niños seguirían hoy sus sueños y jugarían felices en sus casas. Pero no es así.

Hay luto y dolor destrozando la paz de dos humildes familias debido a una imprudencia muy frecuente. Pocos usan los chalecos o flotadores cuando viajan en ríos, lagunas o en el mar. Así lo dejaron claro ayer las autoridades pese a los controles que ejercen en todo el país. “Si hubieran llevado los chalecos, la historia sería muy distinta”, comentó ayer el Comisario Martín Arias, director del Servicio Nacional de Guardacostas.