Christian Campos
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Liberia. Molestos y con incertidumbre. Con cólera y hasta decepción se encuentra la mayor parte de la afición liberiana.

Elmer Jan, de la Furia Blanca, expresó sentir vergüenza ajena por el equipo morado. “Da lástima, vergüenza. Los mismos jugadores, el domingo, aceptaron como hombres que habían perdido bien en la cancha. Pero ya son varios días y los dirigentes y abogados del Saprissa se niegan a aceptar la realidad”, dijo.

En el centro de Liberia y en cuanto barrio hay, el tema de conversación es la final: ¿hay o no hay partido?, era la pregunta en todos los rincones.

En el estadio Edgardo Baltodano siguen colocadas las dos graderías adicionales que colocaron para la final .

En el centro del parque liberiano, Francisco Elizondo, un funcionario del ICE, dijo que más bien, con tanta lloradera, mucha gente del Saprissa se les irá, “porque da vergüenza cómo se porta la dirigencia del “monstruo”.

Las calles del lugar continúan con banderas de los colores aurinegros y rojiamarillos.

La grada opina

Carlos Bonilla.

Carlos Bonilla, pensionado

“Todo esto no tiene sentido. Los partidos se ganan en la cancha y no en la mesa. Saprissa se siente superior y no acepta perder”.

Francisco Abarca, taxista

“Está bueno que lo suspendieran. Las tarjetas amarillas no son apelables. Liberia comenzó el enredo y es un equipo muy cuestionado”.

Juan Soto, taxista

“Lo que le pasó a Saprissa no era justo y de poder, no hubiera jugado ese partido. Me parecería justo que se repita el juego sin los tres jugadores”.

Rafael Coronado, Administrador de Empresas

“Hay muchas opiniones encontradas y esto es una lucha de poderes. Con este tema lo que queda es mejorar y hacer un reglamento más estricto”.