Alexander Aguilar
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En Liberia se respira incertidumbre en cada esquina.

La afición, los jugadores y el comercio no saben en qué va a parar el cierre del Torneo de Verano y eso los inquieta.

“Esto genera más incertidumbre y ansiedad. Estábamos preparados para jugar mañana (hoy) y ahora no se sabe cuándo será”, dice el defensa pampero Pablo Salazar. “Como jugador solo nos toca en la cancha y ya en lo administrativo no nos podemos meter”, añade.

Por su parte, su compañero Víctor Núñez comenta que “todo esto es algo que nunca se había visto en el fútbol costarricense. Ojalá que se resuelva para bien y que no pase a más. Sí creo que la final más justa es Liberia - Herediano y si no llega a ser así, el fútbol perdería credibilidad”.

Los pamperos seguirán entrenando con normalidad, hasta que se aclaren los nublados.