Milton Montenegro
mimontenegro@aldia.co.cr

Caminó, observó, preguntó y comparó. Ricardo La Volpe, nuevo técnico de la Selección, quedó encantado, como loco con el estadio Nacional en La Sabana.

“Es como el del Barcelona”, manifestó el entrenador, quien de inmediato aclaró: “claro, no es tan grande, pero sí, es hermoso”.

En algunos momentos, La Volpe se quitó los enormes lentes oscuros que llevaba, preguntó qué tipo de materiales usaron y por supuesto algo que a él le interesa mucho: “dónde están los vestuarios, por dónde sale el equipo a la cancha”, le dijeron y caminó a inspeccionar el sitio donde dentro de muy poco tiempo estará girándole instrucciones a sus muchachos.

En octubre, según dijo don Ricardo, periodo en que asuma el plantel patrio.

“Dentro de las canchas que yo he jugado y visto, en esta la tecnología es bárbara, espectacular”, destacó La Volpe, quien aprovechó para resaltar el enorme respaldo que le han brindado.

“Tuve un gran apoyo de los presidentes de los clubes, se habló de la unión de la Federación y equipos, que haya mayor diálogo y que la programación de mi trabajo pueda unir a ambos”.

Lo que a La Volpe no le agradó mucho del estadio, es que las graderías están muy lejos del terreno de juego y él quiere sentir al público de cerca, muy cerca.

“Es muy amplio y sí, la gente está muy lejos, no se va a sentir ese calor y no me van a “putear” y yo estoy acostumbrado a que me “puteen”, dijo entre risas. La Volpe se sintió a gusto.

Ni modo

“Las gradas están lejos de la cancha y la gente no se va a escuchar, se va a perder toda la presión”.

Ricardo La Volpe, técnico de la Selección Nacional