Franklin Arroyo González
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La vigilancia de la Fuerza Pública en cajeros automáticos, parques, paradas de buses y comercio por la salida al mercado de los nuevos billetes de ¢20 mil, dio buenos resultados.

Según Raúl Rivera, jefe de la Fuerza Pública de San José, no reportaron asaltos, estafas ni denuncias por falsificaciones.

Los nuevos billetes salieron al mercado el 22 de octubre y el fin de semana que recién pasó, fue el primer pago de salarios con ellos circulando.

En el mercado había una gran expectativa por ese acontecimiento.

Por eso, la Fuerza Pública destacó oficiales en puntos estratégicos para evitar que el hampa hiciera de las suyas.

“La incidencia fue nula en asaltos porque establecimos un dispositivo encaminado a ejercer un control en esos sitios y en lugares donde existe una gran aglomeración de gente y eso nos permitió controlar la incidencia. De hecho, no hubo ninguna incidencia de asalto”, dijo Rivera.

Añadió que en el operativo, participaron las 25 delegaciones de la delegación de la provincia de San José.

“No esperábamos una situación anormal, pero tampoco podíamos confiarnos”, expresó.

Añadió que han realizado sondeos con ciudadanos y se han dado cuenta que el billete no gusta. “Parece que cuando pagan es difícil que les den vuelto”, comentó.

También pidió a los ciudadanos tomar las previsiones del caso a la hora de utilizar un cajero automático, pues se debe ser cauteloso, observar el entorno y guardar todo el dinero dentro de la cabina del dispensador de efectivo.

Cuídelo

Al estar en la cabina de un cajero automático, tómese el tiempo necesario para guardar el dinero donde considere más conveniente. Por más fila que haya, usted tiene derecho de resguardar bien sus cosas.

Al salir del cajero, observe el entorno. No salga corriendo. Tome en cuenta que en los asaltos por lo general actúan dos personas. Por lo tanto, mire al frente y hacia atrás.

No haga ostentación de su dinero.

Si considera que está siendo objeto de un marcaje, métase a un centro comercial, haga una llamada, busque un policía. Muchos delincuentes desisten de su objetivo cuando notan que ya fueron detectados por la posible víctima.