Los privados de libertad ya no fumarán en sus celdas y solo podrán hacerlo en espacios abiertos de los centros penitenciarios y a horas establecidas para cumplir con la Ley de Control del Tabaco.
Las autoridades de Adaptación Social preparan lineamientos que establecerán para regular el tabaquismo en las cárceles.
Eugenio Polanco, director de Adaptación Social, indicó que cada centro penal y ámbito tiene características de encierro distintas, por lo que los directores de cada uno deberán determinar los sitios en los cuales se podrá fumar.
“Una vez las personas estén ubicadas en las celdas, no podrían fumar. Antes había un uso libre de los espacios para fumar”, dijo.
Aún no contemplan en los reglamentos disciplinarios una sanción para un reo que fume en espacios cerrados al ser esta una falta nueva. La sanción la establecerá en próximos días el Instituto Nacional de Criminología.
A pesar de la entrada en vigencia de la ley, aún los reos fuman en espacios cerrados pues, según Polanco, realizan las adecuaciones poco a poco para “violentar lo menos posible a las personas”.
Por afinar
El jerarca agregó que abordarán terapéuticamente a los privados de libertad que fumen para lo cual elaborarán programas que desarrollarán en cárceles con ayuda del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD) y el IAFA.
“La prisión, al ser un espacio cerrado, eleva los niveles de ansiedad y esto aumenta las necesidades de consumo. Las terapias serán para privados de libertad y funcionarios del sistema”, dijo.
Polanco comentó que son muchos los detalles por afinar. Por ejemplo, en la sección de máxima seguridad hay celdas individuales, por lo que deben definir si permiten el fumado dentro de ellas.
Otra situación por aclarar es la venta de cigarrillos dentro de las cárceles, pues de prohibirse serían los familiares de los reos los únicos que podrían suministrarles el producto para consumo.
Oficiales en cintura
La Fuerza Pública también se somete a la nueva normativa. Juan José Andrade, director de ese grupo policial, comentó que luego de la entrada en vigencia de la ley emitió dos directrices.
“Obliga a todas las unidades policiales, jefes de puesto y a uniformados acogerse a lo que establece la normativa respecto a los lugares de no fumado y también cómo manejar el tema de fumado en la función policial”, indicó.
Por ejemplo, para quienes estén en servicio y sean fumadores, podrán fumar en momentos de descanso y en los lugares donde no violenten la legislación.
