Estar tras las rejas no representó un obstáculo para la comisión de estafas.

En los últimos seis meses, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) recibió denuncias, en tres ocasiones distintas, por llamadas engañosas hechas desde el centro penal La Reforma.

Jorge Rojas, director del OIJ, reveló en octubre pasado una serie de robos de carros, liderados por un hombre de 45 años.

“Las hace de celulares y llama a las víctimas para timarlas. Tiene gente trabajando para él afuera”, aseguró.

En noviembre, la sección de Fraudes del OIJ detuvo a cinco cómplices de un grupo de reos que ofrecían créditos fáciles en los periódicos. Los internos recibían las llamadas en sus teléfonos celulares y pedían depósitos de dinero.

De ese modo, estafaron al menos a 100 personas por un monto cercano a ¢70 millones.

Este mes se supo que otros dos reclusos ofrecían créditos y premios a nombre de un programa televisión.