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Desesperado
Atrapado entre los escombros, troncos y el barro, este hombre clamó ayer por ayuda para buscar a su hija de 4 años, perdida durante la avalancha sobre un campamento.
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Mortal avalancha de lodo
San Bernardino/ AP y EFE. Dos cadáveres fueron rescatados ayer del aluvión de lodo que sepultó un campamento cerca de San Bernardino (California) el día de Navidad, mientras continúa la búsqueda de otras 12 personas, entre ellas nueve niños.
Las brigadas de rescate siguieron buscando ayer posibles víctimas en el mar de lodo a pesar de la lluvia y las bajas temperaturas de hasta 4 grados centígrados que imperan en la región desde el miércoles último.
Un portavoz de las unidades de rescate informó de que uno de los dos cadáveres fue encontrado ayer en un edificio parcialmente sepultado por el lodo.
La segunda víctima fue hallada en un campo de recreo a 8 kilómetros al oeste de las montañas de San Bernardino, donde el aluvión de lodo causó los mayores daños.
Otra persona se ha dado por desaparecida en el campo de recreo Devore, una de las áreas afectadas en un menor grado, según dijo la portavoz de la oficina del alguacil de Devore, Robin Haynal.
Entre los desaparecidos también están una niña de 7 años y su madre: el padre de la familia, Gilberto Juárez, logró salvar a su otra hija, de 3 años, y ambos fueron trasladados a un hospital, donde se recuperan del shock traumático sufrido.
Mildred Nájera, cuñada de Juárez, explicó a la prensa que Gilberto trató de rescatar también a su esposa y su otra hija, pero que no pudo hacer nada frente a la fuerza del aluvión, que arrastró la cabaña en la que se alojaba la familia.
Culpa del fuego
Nueve de las 13 personas desaparecidas son niños con edades de 6 meses a 16 años, señaló un portavoz de la oficina del alguacil del condado de San Bernardino, Chip Patterson.
El deslave sorprendió ayer, jueves, a 24 personas en el campamento Santa Sofía, perteneciente a la Iglesia ortodoxa y ubicado en una zona que quedó arrasada a principios del mes de noviembre por los graves incendios que sufrió el sur de California.
Una tormenta dejó caer más de nueve centímetros de lluvia en zonas que habían sido afectadas en semanas recientes por incendios forestales, inundando calles en San Bernardino y otras comunidades, dejando sin energía eléctrica a 67.000 personas, y causando avalanchas de lodo. Los incendios en octubre y en noviembre, los más graves en la historia de California, destruyeron vegetación que normalmente contribuye a sostener el inclinado terreno, dejando el suelo a merced de las avalanchas.
El Servicio Meteorológico de Estados Unidos advirtió de que la lluvia y la nieve continuarán a lo largo de los próximos días, lo que podría dar lugar a nuevos aluviones.
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