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Murió Seguidores del mayor rebelde retirado peruano Antauro Humala, ayudaban a trasladar a uno de sus hombres, que murió cuando autoridades dispararon contra la comisaría tomada desde el sábado, en el sudeste de Perú. AP/Al Día
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Perú: inminente asalto a comisaría
Tomada por grupo nacionalista
Andahuaylas. Perú/AP. El mayor retirado del ejército peruano, Antauro Humala, líder de un grupo nacionalista que el sábado atacó una comisaría en una remota ciudad al sudeste de Lima y mantiene 10 policías como rehenes, suspendió ayer las negociaciones con el gobierno de Perú, tras denunciar que no está cumpliendo con las condiciones acordadas.
Una representante de la Defensoría del Pueblo y un sacerdote católico iniciaron ayer en la tarde probablemente la última gestión en busca de encontrar una salida pacífica al asalto de la comisaría.
Mientras, grupos de policías y soldados empezaban a tomar posiciones en aparente preparación de una operación para recuperar la comisaría. La crisis comenzó el sábado después que un centenar de hombres armados tomaron la estación en Andahuaylas, 440 kilómetros al sudeste de Lima.
Humala dijo que tenía la disposición de entregarse, pero que las fuerzas oficiales violaron una tregua, efectuando disparos que provocaron la muerte a uno de sus seguidores, mientras otro resultó herido, al igual que dos civiles más.
Humala --cuya demanda inicial fue la renuncia del presidente Alejandro Toledo-- dijo que depondrá las armas "solamente en presencia del Defensor del Pueblo".
Humala aseguró que no se dan condiciones para su entrega, pues las fuerzas armadas y policiales seguían movilizándose y se encontraban demasiado cerca de la comisaría que él y sus seguidores ocupan.
El ministerio peruano del Interior deploró la decisión de Humala y pidió a la población abandonar temporalmente sus hogares, ante el inminente inicio de acciones para recuperar la comisaría.
Pero en vez de alejarse, varios cientos de pobladores salieron a las calles para expresar su respaldo a Humala.
El Ministerio responsabilizó a Humala y seguidores de los sucesos que puedan ocurrir a partir de las 12 del mediodía de ayer, durante el restablecimiento del orden, la recuperación de las instalaciones y bienes de la Policía, así como la captura de los responsables de estos hechos, señaló en un comunicado.
Humala, líder del Movimiento Etnocacerista, que fue seguido por más de un centenar de militantes en la toma de la comisaría el sábado, exigió, para entregarse, la presencia de una comisión de alto nivel integrada por representantes de la Defensoría del Pueblo, de la Cruz Roja y del gobierno.
El Movimiento propugna la fundación de una nueva república basada en la fusión de ideas nacionalistas, herencia del imperio incaico, y la admiración por el mariscal peruano Andrés Avelino Cáceres, héroe de la guerra con Chile (1879-1883).
Humala adujo que "están colocando francotiradores en los techos de los edificios, y ¿cómo quieren que yo desarme a mis tropas?", agregó.
"Estamos solicitando que esté la Defensoría del Pueblo dentro de esta entrega de armas... estamos esperando la presencia del gobierno. El pueblo nos apoya, ahorita hay como 2.000 personas rodeando la comisaría donde estamos atrincherados", afirmó.
Humala había anunciado que depondría las armas el lunes al mediodía delante del pueblo entero. Les explicó a sus seguidores que ellos mismos entregaran cada uno el arma y, uniformados, se dirigieran a algún establecimiento de reclusión.
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