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Esperanzados
Aida Luz Herrera, madre de Jason Saborío Herrera, y su padre, Jaime Pla, conservan la fe de que hijo salga adelante de la operación, hecha por varios médicos ayer en el Hospital San Juan de Dios. La foto fue tomada anoche, a las 9:02, en su casa de habitación en San Sebastián.
Abelardo FONSECA/Al Día
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Joven operado del corazón
Infección por arete en la lengua Mónica UMAÑA D.
Carlos LÁSCAREZ.
clascarez@aldia.co.cr
En una cirugía de emergencia, el joven Jason Saborío Herrera entró al quirófano del Hospital San Juan de Dios, con un severo daño en dos válvulas del corazón.
La afección se la provocó un arete que se puso en la lengua, y que lo obligó a ir al hospital hace más de dos meses.
El cirujano Dennis García Urbina explicó que la lengua es una zona donde se acumulan muchas bacterias, lo que favoreció la infección.
"Las bacterias se le pegaron en el corazón, las válvulas afectadas son la aorta y la mitral, lo que provocó un crecimiento en el corazón", explicó el Dr. García.
Esa afección pudo provocarle la muerte al joven.
Anoche confirmaron que Saborío se encuentra entubado y está estable, y si evoluciona satisfactoriamente podría salir hoy de cuidados intensivos, y en ocho días estar en su casa.
García explicó que la cirugía fue costosa, debido a que el corazón estaba inflamado. A Saborío se le colocaron dos válvulas mecánicas, en reemplazo de las dos que tenía dañadas.
Ahora el muchacho deberá tomar anticoagulantes el resto de su vida, debido a que las válvulas son un cuerpo extraño.
Según el Dr. García, un arete es una herida que en condiciones poco apropiadas, facilita la entrada de bacterias al organismo.
La cirugía, que duró cinco horas, fue practicada por los médicos García, José Mario Sprok y el Dr. Hidalgo Delfino. Según el cirujano García, la operación costó unos $40 mil (¢18,4 millones). Cada válvula que le reemplazaron al joven cuesta $2 mil (¢920 mil).
"Necesitamos que la gente colabore, los recursos del Seguro Social son pocos y los tenemos que usar en lo que realmente se necesita", aseveró García.
Otros dos jóvenes, Adriana Herrera, de 15 años, y Juan José Méndez, de 19, necesitaron hospitalización debido a una infección en su oreja por perforarse el cartílago con un "piercing".
La ministra de Salud, María del Rocío Sáenz, envió un reglamento a la Casa Presidencial, para regular los locales donde colocan "piercings", sin embargo aún no ha sido aprobado.
Actualmente esos locales funcionan con una patente para locales de baja complejidad, la misma patente que tiene una pulpería, una carnicería o un salón de belleza.
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Siempre alegre
En esta fotografía, tomada hace un año, se observa a Jason Saborío con su prima Zianny. Era otra época, para este joven amante del fútbol y de caracter jovial.
Abelardo FONSECA/Al Día
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Madre de joven afectado : "Tenemos fe en Dios"
Aferrada a la esperanza de que la operación hecha ayer a su hijo, sea todo un éxito, para abrazarlo nuevamente. Así es como ve pasar las horas Aida Luz Herrera, madre de Jason Saborío Herrera, joven que fue intervenido quirúrgicamente, luego de que meses atrás decidió colocarse un arete o "piercing" en la lengua.
Anoche, luego de la operación, doña Aida conversó con Al Día, y relató lo que ella considera ha sido un calvario, desde que una antigua novia le sugirió a su hijo que se pusiera un arete en la lengua.
"Recuerdo que por la insistencia de aquella muchacha fue que él accedió a ponerse el arete. Como sabía que no le íbamos a dar permiso lo hizo sin nuestro consentimiento. Era tanta la insistencia que sin nuestra autorización se lo puso, sin imaginar lo que vendría después.
"Todo este drama empezó el 18 de abril del año pasado, luego de que él regresó de un paseo de Puriscal. Allí, en medio de un partido de fútbol, él cabeceó un balón y todo cambió. Había mucho barro y al parecer una bacteria le ingresó".
"Regresó resfriado y con mucha fiebre. Eran las 2:30 a.m. cuando se le incrementó el dolor de cabeza. Al despertar votaba mucha sangre y tenía unos moretones enormes".
"Fue internado, a los días le dio una embolia en el lado izquierdo, que hasta la fecha lo tiene sin movilidad en medio cuerpo. Duró tres meses y medio internado", recordó entre lágrimas su madre.
Agregó que parte del sufrimiento que ha tenido que soportar su hijo es que los antibióticos que le aplicaban funcionaban en el laboratorio, no así en su cuerpo.
"Si usted supiera lo que a él le gusta el fútbol, esa es su pasión. No fuma, ni toma. Nuestra fe la tenemos en Dios".
Asimismo, la familia de Jason solo tiene palabras de agradecimiento para el cuerpo médico que operó al joven, en especial para los doctores Barguil y Splot, quienes han seguido de cerca el caso de Jason desde un inicio.
Por su parte, el padre de Jason, Jaime Plá, afirmó que su hijo está sumamente arrepentido de su acción, por lo que nos ha dicho que mejor nos hubiera hecho caso.
"Es increíble que por ¢10 mil algunos comercios expongan a nuestros jóvenes a sufrir una muerte lenta. Damos gracias a todos los amigos, familiares y vecinos que se han preocupado por él. Hasta vigilias han hecho", afirmó el señor.
Antes de la infección, Jason cursaba el tercer ciclo en el Colegio Ricardo Fernández Guardia, en el programa "Nuevas oportunidades" del MEP.
También era integrante del equipo de fútbol Atlético Costa Rica, donde jugaba como mediocampista.
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