Familia vivió drama de 30 minutos a manos de asaltantes

Noche de retención y asaltos en Escazú, San José y Tres Ríos

OIJ de Tres Ríos detuvo a dos hombres como sospechosos

Una familia de Escazú, dos empleados de una compañía de encomiendas, dos mujeres que esperaban abordar un autobús y varios clientes de un restaurante oriental, fueron las víctimas del hampa antenoche.

El primer caso se dio a eso de las 7 p.m. en las cercanías del cementerio de Escazú, cuando tres hombres irrumpieron en la tranquilidad de la familia Torres Moya, donde tras retener a cuatro adultos y una bebé de 6 meses, robaron todo lo que encontraron a su paso (ver recuadro).

Unos 15 minutos después, pero en una parada de autobuses cerca de la antigua fábrica Paco, en Guachipelín de Escazú, dos mujeres de apellidos Román y Fonseca fueron asaltadas por cuatro hombres, quienes viajaban en un vehículo Hyundai gris.

En ese momento, un guarda de seguridad privado, de apellido Prada, forcejeó con uno de los delincuentes al punto de herirlo de un balazo en la mano, pero siempre lograron huir con las pertenencias de las afectadas.

Prada recibió un balazo en el brazo derecho, por lo que fue trasladado en condición estable al hospital San Juan de Dios.

Tras una persecución que empezó en Escazú y culminó en San Isidro de Heredia, la Fuerza Pública detuvo a cuatro hombres de apellidos Hidalgo, de 27 años, Ulate, de 25 , Ramírez de 27 y Calvo con una edad de 31 años.

Dentro del ensangrentado vehículo, la policía encontró los bolsos de las mujeres, dinero en efectivo y teléfonos celulares. Se les decomisó, además, una motocicleta Yamaha roja.

A las 9:20 p.m. fue asaltado el restaurante Paz de Oriente en Paso Ancho, luego de que tres hombres armados encañonaron a los clientes y a la dueña del negocio de apellido Sánchez. Robaron la caja registradora, cerca de ¢200 mil de los clientes y celulares.

Imparable

También, a las 8 p.m., pero en la autopista Florencio del Castillo, fueron asaltados Josué Castillo y Érick Solís, trabajadores de una empresa de encomiendas que se dirigían hacia Pérez Zeledón.

Los hombres fueron sorprendidos por cuatro hampones, con pasamontañas y armados, que se bajaron de un momento a otro de un taxi. Ellos fueron obligados a pasarse a la parte de atrás del camión Mack que conducían, hasta que los dejaron abandonados en un solitario sector de San Miguel de Santo Domingo de Heredia.

Ayer, a las 7:45 a.m., en Calle Muñoz de Tres Ríos, el OIJ local encontró un camión de fletes que se presume iba a transportar parte de la mercadería que fue encontrada en una vivienda. Esa diligencia policial dio la captura de dos hombres.

Angustia y desesperación

Todavía asustada por lo vivido horas antes, Joen Moya Muñoz, comentó que en su vida nunca había vivido un momento de tanta angustia y desesperación, como los que pasó cuando tres hombres ingresaron a su vivienda.

"Fue horrible lo que vivimos. A mi esposo le dijeron que era un asalto y no lo creía. Fue hasta que nos tiraron al suelo y nos encañonaron que sentimos más temor. Agregó que llegaron preguntando por la plata y el oro.

"Estábamos las tres mujeres en un lado y mi esposo encerrado en otro cuarto. Lo que nos robaron entre dinero, joyas y electrodomésticos ronda los ¢5 millones. Han sido los 30 minutos más largos que hemos vivido", dijo con dolor.

"Uno de los asaltantes encañonó a mi nuera, quien tenía en brazos a su bebé de 6 meses. No les importó nada. Dijeron que quien se atreviera a salir le pegarían un tiro".