Bajonazo, retención y lluvia de balas en San Antonio de Belén

Solo pensó en esposa e hijos

OIJ detuvo a uno de los asaltantes en la Ford Explorer robada

Heredia. - La persecución que sostuvo el policía Ángel Marín Obando con varios asaltantes que robaron una camioneta Mitsubishi Montero, le dejó como saldo una herida de cuatro puntadas a un lado de la cabeza, tras ser impactado por un perdigón.

El hecho se inició antenoche en la casa pastoral de San Joaquín de Flores, luego que una mujer apellidada Moreira fue víctima de un bajonazo por cuatro hombres que viajaban en un Ford Ecosport, robado días atrás.

Mediante amenazas, fue obligada a pasarse de asiento, mientras los ladrones huían a gran velocidad del sitio y testigos daban parte al 911.

Esa llamada activó un dispositivo policial y el cierre de vías cerca de Intel y barrio Fátima, donde Marín y otros dos compañeros intercambiaron varios disparos con los ladrones.

En calle “El Avión”, de La Ribera, el oficial resultó herido y la patrulla en que viajaba impactada con dos balazos en el radiador y perdigonazos en el parabrisas.

El policía narró que al sufrir la herida en la cabeza sintió algo caliente y luego se asustó al ver la sangre. “Cuando vimos que los teníamos cerca, le dije a mis compañeros que no paráramos. Luego pasó por mi mente mi esposa y mis hijos”, afirmó con asombro.

Pese a la lesión, dijo a sus compañeros que siguieran al Mitsubishi, que se dirigió a una finca que colinda con el aeropuerto Juan Santamaría y el precario La Candela, en donde sus ocupantes huyeron a pie, luego de que se estallaran las dos llantas traseras.

La víctima tiene más de 13 años de ser policía, es padre de tres hijos y está asignado en Belén. Agregó que es la primera vez que pasa por algo así, pero que lo de policía lo trae en la sangre.

Según Jimmy Araya, jefe de la Fuerza Pública de Belén, minutos después del tiroteo localizaron el Ford en el barrio La Amistad, en donde capturaron a un hombre apellidado Ortega, de 25 años, quien conducía el doble tracción.