Los personajes de fantasía se robaron el “show” anoche

Luces, agua y acción: ¡el festival brilló!

Desfile pasado por agua convocó a miles ayer en la capital / Atletas de Olimpiadas Especiales fueron los mariscales y se llevaron ovaciones

¡Qué baldazo pero qué fiesta! Miles de luces, fuegos artificiales y personajes de fantasía se llevaron los aplausos de los empapados asistentes que presenciaron el espectacular Festival de la Luz anoche en San José.

La lluvia fue protagonista desde la tarde; pero las familias no se movieron de sus lugares en La Sabana, el Paseo Colón y la Avenida Segunda. Cartones, bolsas plásticas y sombrillas sirvieron para contrarrestar los efectos.

A las seis en punto el juego de pólvora inauguró el desfile de carrozas centelleantes y bandas.

Aunque muchos pensaron que el agua echaría todo a perder, al final los pozos en las calles se convirtieron en lindos espejos que reflejaban las luces de las carrozas.

Los atletas de Olimpiadas Especiales, mariscales del Festival, arrancaron ovaciones a su paso cerca del Gimnasio Nacional. ¡Qué felicidad de chiquillos! De verdad que no podían ser otros los homenajeados este año.

Estos medallistas de Shangai, China, se llevaron un susto cuando la carroza chocó contra unos cables en el Paseo Colón y perdió parte de la estructura. Los bajaron de emergencia pero luego continuaron su marcha.

La primera carroza en aparecer fue la de la Municipalidad de San José, sobria y elegante, inspirada en la música y la Italia del Renacimiento, según comentó el coreógrafo Marvin Santos.

Pura magia y buena música

Duendes, una foca en “escúter”, un pingüino con paraguas, insectos en monociclo y osos gigantes de peluche asombraron a los espectadores más pequeños.

Gabriel Beaumont, de cuatro años, persiguió al pingüino de la carroza de Coca-Cola para que su mamá le tomara una fotografía. “Me gustan las luces”, dijo el pequeño que ni se inmutó por la lluvia que caía.

Las bandas también hicieron de las suyas. La del Colegio Técnico Profesional Francisco José Orlich, de Sarchí, arrancó los gritos del gentío cuando tocó el tradicional tema “Año viejo”.

Desde Guatemala, la Buhos Marching Band, regaló su ritmo a los costarricenses. “Somos 79 integrantes, es la segunda vez que venimos y estamos muy felices de estar aquí”, confesó Samuel Osorio, director del grupo.

La Banda Comunal Unión Guanacasteca aportó el sabor típico a la húmeda noche con instrumentos de viento y percusión.

60 mil luces de la carroza de Scotiabank sirvieron de escenario para siete osos de peluche gigantes que se movían al ritmo de la música.

“¡Qué lindo!” “¡Qué chiva!” “Qué tuanis!” fueron las frases más usadas por un público muy animado. Una vez que el Festival empezó nadie se acordó del agua ni de la ropa mojada.

Héroes desde la gran China No pararon de saludar a todas las personas que les dieron una muestra de cariño. Los atletas especiales brillaron por todo lo alto, ayer por la noche en el Festival de la Luz. “Estoy muy contenta de ir en la carroza, es la primera vez que vengo al Festival de la Luz”, narró Betty, quien compitió en ciclismo en las Olimpiadas Especiales en Shangai. Los atletas se llevaron un pequeño susto cuando las columnas de la carroza en las que viajaban chocaron contra el tendido eléctrico y se desplomaron, sin afectar a ninguno de los muchachos, según datos de la Cruz Roja a las 8 p.m. La columnas fueron retiradas y los atletas pudieron continuar con el recorrido, aplaudidos por todos los presentes que ovacionaron su excelente participación en China.

“Venimos todos los años” La familia de Giselle Campos no se perdió un solo detalle del Festival de la Luz, a pesar de la lluvia que cayó al inicio del magno espectáculo. “Nosotras venimos todos los años, nos gusta ver la cara de felicidad de las niñas”, comentó con alegría. El frío no pudo apagar la sonrisa de María Paula de cinco años, cuando vio la primera carroza. “Son muy lindas, me gusta mucho verlas”. María llegó acompañada de tres de sus primos. “Llegamos a las 4:30 p.m. y nos colocamos al inicio, para no perdernos los detalles, venimos de San Antonio de Escazú, por dicha ya la lluvia bajó y vienen las bandas y las carrozas”, señaló Campos. Los ojos de las niñas no cesaban de brillar con el destello de las primera luces del juego de pólvora. Pero la ilusión se encendió al ver al pingüino de la Coca-Cola y a los bailarines multicolor de las carrozas.